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Bodegas y Viñedos Valtravieso, vinos de altura

Ubicados en la zona más alta de la Ribera del Duero
La nueva bodega, construida en 2006, cuenta con más de 5.000 metros cuadrados de
La nueva bodega, construida en 2006, cuenta con más de 5.000 metros cuadrados de instalaciones.

La singularidad de Bodegas y Viñedos Valtravieso es su viñedo en altura y su terroir “único”. Ambos marcan la personalidad de sus vinos. Así lo explica Álvaro Cerrada, director de Marketing de esta bodega. El proyecto nace en 1994 en Finca La Revilla, un páramo situado a 950 metros de altitud en el término municipal de Piñel de Arriba (Valladolid). En 2006 se construye la nueva bodega, con unas instalaciones de más de 5.000 metros cuadrados entre nave de elaboración, sala de barricas, oficinas y sala de catas, zona social y jardines y patios.

La apuesta era elaborar “vinos singulares procedentes de las viñas plantadas a más altitud de la zona, en un suelo único y unas condiciones climáticas extremas”, señala Cerrada. Una apuesta arriesgada, porque a la sazón nadie creía que a esa altitud y en esas condiciones se podían producir vinos de máxima calidad, “un hecho que  ha quedado demostrado hoy en día y otras bodegas de prestigio se han implantado y han rescatado viñedos en altura de la Ribera del Duero para buscar más frescura en sus vinos”, señala el director de Marketing.

El estar situados en lo alto del páramo, con viento constante a lo largo del año y con las características propias del clima continental, hace que las viñas tengan un estado sanitario óptimo y una acidez natural elevada. “Valtravieso es la bodega que más tarde vendimia en Ribera del Duero por estos factores. Conseguimos unos vinos con una frescura y personalidad diferentes a otros de la zona”, explica.

En su última añada, Valtravieso elaboró cerca de 580.000 botellas. El 80% de sus vinos procede de sus propios viñedos; y el 20% restante emplea como materia prima uvas seleccionadas por el director técnico de la bodega a pequeños viticultores “que miman sus viñas con esmero”. En el presente año la cifra de producción será similar, si bien está en marcha un proyecto de ampliación para alcanzar las 800.000 botellas en un plazo máximo de una década.

Exportaciones

La bodega ribereña, que cultiva las variedades tinta fina, cabernet sauvignon y merlot, exporta el 17% de sus vinos a diversos mercados, principalmente europeos y americanos. En 2002, la familia González-Beteré compra la propiedad y decide dar un giro a la bodega. Se arrancan las viñas consideradas no óptimas para la producción de máxima calidad y se apuesta por la viticultura integrada. En 2014 se incorpora una nueva Dirección Técnica a la bodega, cuya filosofía es trabajar el viñedo de forma “mucho más eficaz”.

Se establecen sistemas de control y gestión de parcelas y se realiza “una viticultura integrada, casi ecológica, entendiendo cada vez mejor nuestro viñedo y evitando tratamientos sistémicos en favor de un cuidado más exhaustivo de las diferentes parcelas de la finca”. En bodega se apuesta por desarrollar las últimas técnicas de elaboración, con crianzas en huevos de hormigón y depósitos flextank de polímeros plásticos, junto a otros sistemas de última generación.

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