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EFCL apoya la propuesta de Andic para flexibilizar el marco laboral de los funcionarios

La asociación reclama a las administraciones públicas adaptar sus estructuras a la crisis
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De izquierda a derecha, Patricio Llorente, vicepresidente de Corporación Llorente; Pedro Escudero, presidente de BIO3; Alberto Zoilo Álvarez, consejero delegado del Grupo Antonio Álvarez; Isak Andic, presidente del IEF; y Sebastián Arias, presidente del Grupo Indal, en el Congreso Nacional de Empresa Familiar celebrado en Santander.

El XIII Congreso Nacional de Empresa Familiar, que concluyó ayer en Santander, ha cumplido un año más su propósito formativo con los empresarios que asistieron a las ponencias y se ha convertido en un foro de opinión excepcional desde el que los responsables de los negocios con apellido del país han podido compartir su particular visión de la situación económica con el resto de la sociedad española. Al encuentro acudió una representación de 81 personas de 35 compañías de Castilla y León, dentro de los 480 participantes en el Congreso.

Eduardo Estévez, director de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), realizó una valoración “muy positiva” del desarrollo de esta décimo tercera edición de la convención, de la que destacó su buena organización y, principalmente, la calidad de los contenidos expuestos por ponentes de primer orden dentro del panorama económico nacional.

Precisamente al respecto de las conclusiones que ha extraído del Congreso y al hilo de las informaciones que han destacado durante estos días los medios de comunicación a nivel nacional, Estévez manifestó su conformidad con las palabras expresadas por Isak Andic, nuevo presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), quien a lo largo de la convención reclamó que los funcionarios de nueva incorporación a la Administración desarrollen su profesión en un marco laboral similar al de las empresas privadas. En este sentido, el director de EFCL consideró que las reformas que hasta ahora se han llevado a cabo en el mercado laboral español “no han sido contundentes ni suficientes”. A su juicio, es preciso aplicar nuevas medidas “de mayor fondo y calado” que las que hasta ahora ha realizado el Gobierno. “Si las empresas llevan años adaptándose a la crisis, entendemos que las instituciones públicas deben hacer lo mismo, ser realmente conscientes de lo que nos jugamos en este período”, explicó.

No despidos, sí incentivos

En este punto, precisó que no se trata de una “cuestión personal” contra los empleados de la Administración pública, sino más bien de una necesidad que clama el sistema. En su opinión, la reforma del sistema funcionarial no debe pasar necesariamente por el despido de trabajadores públicos, sino por establecer unos criterios que primen la labor de los funcionarios y les sirvan de motivación para servir mejor a la sociedad. “Hablamos de adecuar los salarios a la consecución de objetivos. Es algo que se hace en las empresas desde hace mucho tiempo y no entendemos por qué no se hace en la Administración. De esta forma, si se cumplen los objetivos marcados, la retribución se aumenta por encima de los salarios fijos. Es una fórmula que conllevará beneficios para los propios funcionarios y para la sociedad en general”, argumentó.

Coordinar las administraciones

Estévez también quiso referirse a las críticas de Emilio Botín, presidente del Banco Santander, al respecto de la “superposición” de las competencias de algunas administraciones públicas y la disparidad de regulaciones. Sobre este punto, el director de EFCL consideró que las medidas que deben tomarse no pasan tanto por “aligerar” el empleo público como por coordinar las funciones que desempeñan las distintas corporaciones para facilitar la relación con el contribuyente y resolver realmente sus necesidades. “El coste económico que conlleva adaptarse a las 17 normativas existentes, algunas de ellas antagónicas, es un factor que dificulta el desarrollo exitoso de los negocios en España. Lo que reclamamos es una unidad normativa que no suponga un coste adicional al funcionamiento normal de la empresa”, explicó, en consonancia con la petición de Andic para que se alcance un consenso político a largo plazo que no suponga el cambio periódico de las políticas públicas.

Como conclusión y para poner de manifiesto la preocupación de los empresarios familiares en torno a la salida de la crisis, Estévez aseguró que al término del Congreso se realizó una votación entre todos los asistentes para que éstos pusieran nota a la situación económica del país. El resultado no pudo ser más rotundo: en una valoración del cero al nueve, los empresarios convinieron una nota media de 1,7, lo que a su juicio es reflejo de que las dificultades económicas no van a resolverse, al menos, a corto plazo.

Finalmente, el director de EFCL subrayó su satisfacción por el hecho de que Valladolid acogerá en 2011 la próxima edición del Congreso Nacional de Empresa Familiar, aunque sólo pudo avanzar que este encuentro tendrá lugar a finales de octubre.

Castilla y León Económica

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