Juan José Mateos, consejero de Educación, fue el encargado de presentar este martes en Valladolid el informe La contribución de las universidades españolas al desarrollo 2010, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) en un acto organizado por la Fundación Universidades de Castilla y León (Funivcyl). En su intervención, Mateos destacó el nivel formativo, de titulaciones e investigación de las instituciones académicas de la región y reconoció que entre sus carencias se encuentra su relación con el tejido empresarial, un campo en el que, a su juicio, se ha mejorado gracias a la puesta en marcha de la Estrategia Universidad-Empresa. “Es preciso impulsar el crecimiento económico y el empleo de calidad para atender a las necesidades de las compañías y de la sociedad”, subrayó.
El informe refleja una evolución positiva de estas entidades, con una mayor proporción de estudiantes universitarios respecto a los principales países europeos, un importante incremento en su gasto en educación en el período 2000-07, y la tendencia creciente a la creación de spin offs. Por el contrario, el estudio apunta las principales carencias del sistema educativo español, como que casi la mitad de las empresas encuestadas no tiene ninguna relación con las universidades, la reducción del peso del sector privado en la financiación de la I+D de estas instituciones y la tasa de paro de los graduados universitarios, que dobla la media de los Estados de la UE.
Por su parte, Juan Casado, secretario general de la Consejería de Educación, destacó la eficiencia del sistema universitario español, que se sitúa entre los 10 primeros del mundo, a pesar de contar con una relación entre el gasto de I+D+i y el PIB inferior a otros. En cuanto a las sombras de este sistema, Casado reconoció el coste del fracaso y falta de rendimiento de los estudiantes universitarios españoles, que cifró en 3.000 millones de euros al año. En este área, mencionó también la inflación de las titulaciones oficiales, que en algunos casos están duplicadas o cuentan con pocos alumnos; y la transferencia de conocimiento al sector privado.
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