La Fundación Botín invirtió 34,8 millones de euros en iniciativas sociales en 2015, según explicó este jueves Javier Botín, su presidente, durante la presentación de su memoria anual quien destacó que este ámbito no sólo “ha respondido de un modo ejemplar a los profundos cambios que ha experimentado nuestro país en los últimos años, sino que incluso podría servir de ejemplo a otros sectores”. Aseguró, además, estar convencido de que jugará, si sigue haciendo las transformaciones necesarias, un papel fundamental en la generación de riqueza y desarrollo social de cara al futuro.
“La fundación no ha sido ajena a este proceso de cambio, habiendo evolucionado en los últimos años, y muy especialmente en 2015, su forma de intervenir en la sociedad, desarrollando para ello sistemas de medición de impacto cada vez más precisos, colaborando más con otras organizaciones, innovando y buscando siempre el equilibrio entre perseguir objetivos a largo plazo sin por ello dejar de responder a los retos que cada momento nos presenta”, indicó.
Así, destacó que en el marco del Programa de Desarrollo Rural en el Valle del Nansa y Peñarrubia, la fundación ha contribuido a crear 32 empresas, con otras 14 en trámites de apertura, que emplean a 73 personas y que facturan, en conjunto, 1,5 millones de euros.
‘Mind the Gap’
Como ejemplo de la apuesta de la Fundación por la colaboración y la innovación, Botín se refirió especialmente a Mind the Gap, el proyecto que desde hace 6 años desarrolla el equipo de ciencia para ayudar a algunos de los mejores científicos españoles en biomedicina a convertir sus descubrimientos en productos y servicios que generen riqueza. “Se ha convertido en un innovador modelo colaborativo entre instituciones públicas, sociales y privadas, que responde a lo que en el mundo anglosajón se llama impact investment, porque además de generar desarrollo social puede producir un retorno financiero”, comentó.
Las 6 nuevas empresas biomédicas que surgirán de las 2 próximas convocatorias del programa –y de las que una ya está en marcha- serán financiadas no sólo por la Fundación Botín, como había sucedido hasta ahora, sino en colaboración con 5 inversores privados. “Este es un buen ejemplo de cómo innovando y colaborando se puede ganar en eficiencia, porque este nuevo modelo permite multiplicar por 6 el impacto social de cada euro invertido por la Fundación en el programa”, aseguró el presidente de la Fundación Botín.
Además, abundó en el desarrollo de otras iniciativas como el El Desafío de Talento Solidario o el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina. Por último, aseguró que “si hay un proyecto innovador en el que la Fundación Botín lleva años trabajando y que será sin duda el más importante de su historia, ése es el Centro Botín de Santander”. Sobre el estado de avance de las obras, dijo que lo más importante que queda ahora por terminar es el pachinko, “las zonas que faltan de la envolvente cerámica, las instalaciones, los interiores del volumen Este, así como el interior de El Muelle, y la urbanización de su entorno todo el entorno, que se hará al final del todo”.
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