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BBVA estima el PIB de Castilla y León aumentará un 2,8% en 2017 y 2018

La entidad considera que, en estos 2 años, podrían crearse cerca de 40.000 empleos
BBVA Reserach.
De izquierda a derecha, Miguel Cardoso, economista jefe de España de BBVA Research; y Yolanda Martínez-Bajo, directora de la Territorial Noroeste de BBVA.

El crecimiento de la economía de la región continuará este año y el siguiente, ya que se prevé un aumento del PIB del 2,8%, tanto en 2017 como en 2018, según indica el Servicio de Estudios de BBVA en su último informe Situación Castilla y León, presentado este martes por Yolanda Martínez Bajo, directora de la Territorial Noroeste de BBVA, y Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research. De esta forma, estima que, en estos 2 años, podrían crearse en torno a 40.000 empleos y se reduciría la tasa de paro hasta el 11% al final de 2018.

El estudio apunta a que la economía de la región avanzó a un ritmo del 3,3% durante 2016, encadenando 3 años consecutivos de recuperación. Este crecimiento se explica por el dinamismo de la demanda interna castellana y leonesa y el apoyo del sector exterior.

Por un lado, el mantenimiento de unos tipos de interés históricamente bajos y el aumento de la riqueza disponible de las familias, favorecido por un precio del petróleo relativamente bajo, impulsaron el crecimiento del consumo privado. Además, contribuyeron el aumento de la inversión y la progresiva recuperación del sector inmobiliario, aunque a un ritmo menor que en el resto de España. Finalmente, destaca el avance de las exportaciones de bienes (por el sector automóvil) y de servicios turísticos, que han marcado récords históricos.

Mantenimiento del crecimiento

Los datos disponibles en el inicio de 2017 apuntan a que el crecimiento se mantiene. En concreto, durante el primer semestre del año, se estima que el PIB de Castilla y León podría haber aumentado alrededor de un 0,7% en términos trimestrales. Por otro lado, el mercado laboral se mantiene dinámico, especialmente en las zonas urbanas, gracias a la industria, el sector público y, en menor medida, las actividades profesionales.

De cara a los próximos ejercicios, se espera que el ritmo de crecimiento regional se sitúe en torno al 2,8% tanto en 2017 como en 2018, en línea con las perspectivas para el conjunto de España (3,0% y 2,7%, respectivamente). De cumplirse las previsiones, se lograría un cuatrienio con un crecimiento promedio muy potente, del 2,8%, más de un punto por encima de la media histórica.

Un precio del petróleo todavía muy inferior a los niveles de 2014, la política monetaria expansiva junto con la menor necesidad de aplicar ajustes en el sector público permitirán que la demanda interna continúe contribuyendo de forma favorable al crecimiento. Además, según la entidad, la mejora del entorno exterior y “el euro, relativamente depreciado, apoyarán también a las exportaciones, con especial relevancia en las de bienes para el caso castellano y leonés”. Todo ello continuará impulsando el crecimiento y favoreciendo la reducción de los desequilibrios.

40.000 empleos

Las previsiones de crecimiento del PIB explican la evolución “esperada” del mercado laboral en la región para el bienio 2017-18, con la creación de 40.000 empleos y la reducción de la tasa de paro hasta el 11% a finales del último año. Por otro lado, la productividad aparente de la economía regional se ha acelerado, lo que supone un elemento de soporte para el crecimiento regional y ha permitido que el PIB per cápita alcanzara el nivel precrisis a finales de 2016.

En todo caso, aún si se cumplen estas previsiones, en diciembre de 2018 la tasa de desempleo se situará todavía 3,5 puntos porcentuales por encima de su nivel a comienzos de 2008. Si bien las previsiones de BBVA para 2017 son positivas, “persisten” una serie de factores de riesgo externos e internos que podrían limitar el alcance y la velocidad de la recuperación de la región.

Factores de riesgo

En primer lugar, a nivel externo se mantienen las dudas en torno a las posibles medidas proteccionistas que puedan frenar la recuperación del comercio global, como la política comercial exterior de EE UU y el rumbo de las negociaciones para la salida de Reino Unido de la UE. A este respecto, Castilla y León sería una de las comunidades autónomas menos afectadas negativamente por un deterioro en las perspectivas de crecimiento en el Reino Unido, dada la menor exposición de su economía a la demanda británica.

Por otro lado, las futuras citas electorales de 2017 en algunas de las principales economías de la zona euro generan una mayor incertidumbre, y la futura retirada de los estímulos monetarios por parte del Banco Central Europeo supone un riesgo importante a tener en cuenta, ya que podría limitar el consumo y la inversión en la economía española. Respecto a esto último, tanto el sector público como el privado en Castilla y León presentan un menor nivel de endeudamiento relativo respecto a lo que se observa en otras comunidades autónomas por lo que el impacto de un eventual aumento en los tipos de interés será menor.

Junta de Castilla y León

Respecto a las finanzas autonómicas la entidad espera que la Junta alcance el objetivo fijado para 2017 (0,6% del PIB). De hecho, el espacio creado por el previsible aumento de los ingresos y el cumplimiento del objetivo de 2016 podrían permitir un aumento del gasto superior que el que se observará en otras comunidades autónomas, donde deberá continuar el proceso de reducción de desequilibrios.

Castilla y León Económica

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