Enclavado en el antiguo convento de Santo Domingo e inaugurado a finales de 2016 para mejorar su confortabilidad y lujo, el Gran Meliá Palacio de los Duques conserva su fachada isabelina, su gran escalera central de hierro forjado y madera y su claustro acristalado; y mezcla en su decoración neobarroca reproducciones a gran formato de los cuadros más famosos de Velázquez, como Las meninas, Las hilanderas o La Rendición de Breda, para lograr una impronta de elegancia y arte en este establecimiento con categoría de 5 estrellas.
Otra de las ventajas es su ubicación privilegiada, próximo al Palacio de Oriente y a pocos pasos del Teatro Real y de la Plaza de la Ópera. Aparte de sus amplios y agradables espacios comunes con el lobby y la cafetería, donde tomar un buen cóctel, el Palacio de los Duques ofrece 2 restaurantes, uno con platos mediterráneos y franceses, y otro dirigido por los hermanos Torres, chefs del aclamado Dos Cielos en Barcelona. Posee también una zona de piscina y jacuzzi en la azotea con una vista panorámica de la ciudad de Madrid digna de ver, terraza ubicada en un amplio y cuidado patio, gimnasio y spa de rituales tailandés, tanto en su decoración como en sus tratamientos -los faciales con productos Clarins– muy recomendable.
Las habitaciones estándar resultan un poco pequeñas y dan a un patio interior obscuro. Las amenities son de Clarins y las toallas de buen algodón. El servicio es profesional y muy amable. El desayuno es variado y de calidad. Los domingos ofrecen un brunch.