Plan 100. Así se llama la estrategia diseñada por Grupo Oblanca que le llevará a incrementar su cifra de negocio un 35% hasta alcanzar los 100 millones de euros en apenas 2 ejercicios, ya que la compañía prevé cerrar 2018, año en que conmemora su 50 aniversario, con una facturación de 74 millones, y generar un centenar de empleos directos, con una inversión aparejada de 14 millones en la remodelación y ampliación de sus instalaciones de Onzonilla (León), centro neurálgico de la compañía, donde se concentran la sede central, industrial y logística.
A la finalización de este plan estratégico, la empresa familiar leonesa contará con una plantilla de medio millar de empleos directos y más de 200 indirectos; y pasará de sacrificar 300.000 pollos semanales a 420.000 animales, lo que se traduce en 22 millones de pollos al año frente a los 15 millones de la actualidad. Javier Álvarez Oblanca, presidente de la compañía, asegura en referencia al Plan 100: “estamos preparados para seguir creciendo, tanto en producto como en expansión geográfica”.
2 actividades
La actividad de Grupo Oblanca se divide en 2 ramas. La primera, que concentra cerca del 60% de su facturación, es la industrial, que acapara la producción avícola desde la granja. La empresa inauguró este mismo año la nueva planta de incubación de huevos en Alija del Infantado (León) tras el incendio que la destruyó en noviembre de 2016, en la que se han invertido 8 millones de euros, donde incuba 755.000 huevos a la semana. También cuenta con 90 granjas de pollos en integración, 4 de las cuales son propias; además de explotaciones de gallinas reproductoras en Portugal, Castilla y León y Galicia.
La segunda rama es la distribución, que permite a Grupo Oblanca repartir de forma capilar 1.200 productos refrigerados y congelados (pescados, mariscos, moluscos, carnes, precocinados, verduras, repostería, panadería y bollería) a sus más de 8.500 clientes. Posee una flota de 40 camiones con los que realiza otras tantas rutas por Castilla y León, Asturias y una parte de Galicia, aunque la empresa comercializa sus productos en 7 comunidades autónomas. Para facilitar esta tarea, Grupo Oblanca tiene 8 delegaciones en León, Ponferrada (León), Valladolid, Orense, Zamora, Salamanca, Burgos y Asturias, desde donde se reparte el producto.
Compra de empresa cárnica
Y hace 3 años la empresa adquirió Garlaiz, una compañía dedicada a la elaboración de productos cárnicos situada en San Andrés del Rabanedo (León), con la que ha accedido al sector porcino y vacuno y que trabaja para relanzar, con una producción aproximada de 500.000 kilos al año.
Una de las claves para que el engranaje de Grupo Oblanca funcione con la precisión de un reloj suizo es el silo robotizado del complejo industrial de Onzonilla, una gigantesca instalación donde, a 20 grados bajo 0, se gestiona de forma perfecta el stock y se preparan los pedidos adaptándose a la demanda de los clientes. Todos los procesos en este centro fabril están automatizados.
El presidente de la empresa agroalimentaria enfatiza el reto: “nuestra obsesión es que la marca Oblanca dé confianza al consumidor. Que cuando un cliente vea nuestra etiqueta tenga la certeza de que ese producto cuenta con unas determinadas características asociadas a una calidad óptima”. Álvarez Oblanca añade que además los niveles de garantía sanitaria en España “son los más altos y exigentes del mundo y por lo tanto el consumidor tiene que estar muy tranquilo. En la actualidad, hay más seguridad alimentaria de la que ha habido nunca; y en nuestro caso, el pollo industrial pasa todos los controles imaginables”.
Al margen de esa cuestión, el principal ejecutivo de la compañía indica que la empresa trabaja intensamente en dar respuesta a las demandas que hoy por hoy realizan los consumidores, “quienes piden productos, no sólo sanos, sino que al animal se le haya dado el trato adecuado, que la crianza del mismo se realice de forma sostenible o que la empresa sea socialmente responsable”.
300 presentaciones de pollo
Llama la atención que Grupo Oblanca distribuya 1.200 referencias de distintos productos, pero no menos sorprendente es este dato: la empresa comercializa 300 presentaciones diferentes de pollo. Esto viene dado por los diferentes pesos en los que puede venderse, sellos como el Halal para el mercado musulmán o la tipología del animal, además de la infinidad de cortes diferentes. La evolución en las presentaciones ha llevado a la empresa a trabajar para lanzar al mercado un pollo asado.
Álvarez Oblanca subraya la “frescura del producto. Somos muy ágiles y damos respuesta al cliente en 24 horas. Cuando una persona compra un pollo de Grupo Oblanca en Sevilla, por ejemplo, ese animal se ha sacrificado el día anterior. El mercado pide flexibilidad y agilidad, y nosotros estamos preparados”, sostiene.
La empresa se encuentra en lo más alto dentro del sector avícola a nivel regional, disputándose el primer puesto con otra compañía, y entre las doce primeras en España. “En España se consumen 22 kilos de pollo por persona al año, frente a los 42 kilos de EE UU o los más de 30 kilos de países como Suecia o Alemania. Hay mucho recorrido, sin embargo el consumo no crece en nuestro país”, lamenta el presidente de Oblanca, que añade que las expectativas de crecimiento vienen marcadas por el aumento de la población.
Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica
