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Godofredo García, la empresa como una gran familia

El presidente del Grupo Limcasa basa su éxito en considerar a la plantilla como ‘colaboradores’ y el mayor activo de la compañía salmantina
Godofredo García Gómez, presidente del Grupo Limcasa.
Godofredo García Gómez, presidente del Grupo Limcasa.

Cuando el presidente de una compañía se refiere a los miembros de su plantilla como colaboradores en vez de empleados o trabajadores, da pistas de su forma de ser y de trabajar. Éste es el caso de Godofredo García Gómez (Alaraz, Salamanca, 1943), el empresario salmantino que considera a los más de 1.500 colaboradores del Grupo Limcasa como “una gran familia. Tratamos muy bien a toda nuestra gente porque son nuestro mayor activo”.

Godofredo ejemplifica ese vínculo entre plantilla y empresa con un dato: una de las divisiones del grupo es la de atención a personas mayores con seis centros geriátricos, 2 de ellos propios, y cada año reúnen a los centenares de residentes en una fiesta. En su última edición casi 150 colaboradores de Limcasa se inscribieron como voluntarios para actuar en esa celebración.

Godofredo se define como una persona introvertida, constante y optimista. Tiene muy claro que “nadie regala nada y todo hay que ganárselo con esfuerzo y tesón”. Y eso es lo que ha inculcado a la siguiente generación: sus 4 hijos, incorporados plenamente a la gestión del negocio.

Con todo, Godofredo asegura que nunca intentó convencerles de que tenían que formar parte del proyecto empresarial familiar, “sino que preferí que decidieran con libertad. Mi mujer María Teresa y yo siempre tuvimos claro que queríamos formar una familia numerosa, como así hicimos, que nuestro hogar fuera luminoso y alegre, y que la mejor inversión que podíamos hacer era en la educación de nuestros hijos para que fueran hombres de bien y sobre todo buenas personas”. Así, Javier, Carlos, Pablo y Diego ocupan diferentes áreas de responsabilidad en la compañía, de la que prácticamente llevan el peso, lo que ha permitido a Godofredo retirarse poco a poco de la primera línea. “El principal valor de la empresa es la buena relación que existe entre mis hijos, lo que facilita mucho la gestión y la toma de decisiones”.

Godofredo asegura sentirse muy orgulloso de su familia y de que sus hijos hayan decidido seguir sus pasos voluntariamente. “Es la mayor satisfacción, que ellos se sientan a gusto con la opción que han elegido y mi mayor anhelo es que mantengan la misma ilusión y profesionalidad”.

Solidaridad

Cuando hace dos décadas a Godofredo le hablaron de poner en marcha un banco de alimentos en Salamanca para ayudar a las personas más necesitadas, primero le tuvieron que explicar qué labor desarrollaba una organización de esas características, afortunadamente desconocidas a la sazón. Desde entonces preside esa institución en su ciudad y también es presidente de los Bancos de Alimentos de Castilla y León. “Es algo que engancha. Recibes tanto o más de lo que das y llena muchísimo realizar esta importantísima labor”, sostiene el empresario.

Godofredo asegura tener siempre “las puertas abiertas a las personas que puedan necesitar algo de mí. Estoy comprometido con la gente que lo necesita”. Y para muestra, un botón: la organización que preside en Salamanca repartió en 2015 un total de 3,2 millones de alimentos a 14.000 beneficiarios.

En su día a día, Godofredo se levanta antes de las 7 de la mañana, realiza algo de ejercicio y a las nueve está en la oficina, donde permanece hasta las 12, momento en que se desplaza hasta el Banco de Alimentos de Salamanca hasta las 14 horas. Por la tarde, regresa a la sede de Limcasa por espacio cercano a las 4 horas. Eso sí, los fines de semana desconecta en su pueblo natal, donde le encanta pasear.

El empresario se rige por otra máxima que marca su filosofía de trabajo, y de vida, que da idea de su personalidad: “vivimos una época muy competitiva, pero hay que ser leales y no pisar a nadie”.

De ejecutivo a empresario

Godofredo pertenece a una familia numerosa de 8 hermanos. Sus padres eran agricultores y tras estudiar bachillerato decide prepararse oposiciones a  banca. Trabaja en Banco Popular y después en el Hospital Clínico, en Salamanca. Posteriormente, dirige la delegación salmantina de una multinacional de limpieza. Cuando esa empresa abandona Salamanca al no renovársele la concesión, Godofredo se pregunta ¿por qué no hacer por mi cuenta lo que ya sé? Es el año 1984 y supone el origen del Grupo Limcasa, que en 2015 facturó 35 millones de euros.

Al margen de su actividad tradicional, ligada a los servicios integrales de mantenimiento y gestión, centros residenciales para mayores, hotel, sector socio-sanitario, en los últimos tiempos han diversificado al sector construcción, con la compra de un edificio emblemático en el centro de Salamanca de 99 pisos y locales comerciales. También se centran en la formación e integración de personas con discapacidad.

Más información en el número de octubre de Castilla y León Económica

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