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Grupo Tejedor Lázaro y Grupo Copese protagonizan el segundo taller de buenas prácticas organizado por EFCL

Sus responsables subrayan la formación, la comunicación y los valores como claves para la correcta gestión de la empresa familiar
EFCL, empresa familiar, Grupo Tejedor Lázaro y Grupo Alimentario Copese.
Imagen del taller ‘online’ impartido por EFCL.

Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) celebró este jueves el segundo de los talleres de buenas prácticas enmarcados en su ciclo ciclo 6 Capítulos Esenciales, que patrocinan Bankia, Vodafone, Sanitas y Aon, y que se centró en esta ocasión en conocer diferentes aspectos de la gestión de la empresa familiar y de la familia empresaria.

Para ello, la sesión contó con los responsables de las empresas Grupo Tejedor Lázaro y Grupo Alimentario Copese, quienes trasladaron sus experiencias en el seno de sus respectivas empresas familiares, coincidiendo en destacar la importancia de la comunicación, la formación y los valores como elementos fundamentales para garantizar la unidad en la familia empresaria y la continuidad de la empresa familiar.

Según afirmó Carlos Tejedor, presidente ejecutivo del Grupo Tejedor Lázaro, la base para esa continuidad “es el amor a la empresa y al proyecto empresarial, que debe tener unos valores, una misión y un estilo que puedan ser compartidos por la familia”.

Vocación de perpetuidad

Asimismo, indicó que también es preciso establecer “una gobernanza adecuada para poner al servicio del proyecto empresarial las herramientas y metodología que permitan hacerlo posible, y tener una vocación de perpetuidad”.

Por su parte, José Muñoz, presidente de Grupo Alimentario Copese, apuntó la importancia de que exista en las empresas familiares “una inteligencia colectiva familiar”, que permita a los miembros de la familia diferenciar familia de empresa.

Formación

Por ello, insistieron en la importancia de la formación de los accionistas de la empresa, con el objetivo de que puedan respetarla y amarla. “Es muy importante en las siguientes generaciones formar a accionistas, más que trabajadores o directivos para la empresa”, explicó Muñoz, quien consideró necesario determinar el papel que deben tener los familiares en la empresa “porque cada vez va a haber más familiares que no van a trabajar en la empresa”.

Para ello, y como parte de la gobernanza de la empresa, ambos apuntaron la conveniencia de establecer unas normas para la sucesión en la empresa, a través de protocolos familiares u otro tipo de pactos, que establezcan los requisitos de acceso y otras reglas.

Protocolo

“Recomiendo hacer un protocolo, porque te obliga a pensar y genera mucho trabajo en equipo dentro del ámbito de la empresa familiar”, señaló Tejedor, quien, al igual que Muñoz, apostó por la incorporación de nuevos miembros a la empresa de manera voluntaria y según criterios profesionales, tanto en cuanto a requisitos de acceso como en materia salarial.

“No tenemos como objetivo que muchos miembros de la familia trabajen dentro de la empresa”, señaló el presidente de Copese, quien matizó: “lo que sí que tenemos como objetivo es que la empresa la siga dirigiendo la familia”.

Gobernanza

Respecto a la gobernanza, ambos consideraron también prioritario establecer una serie de pautas sobre el funcionamiento de los diferentes órganos de gobierno de la empresa y de la familia empresaria, si bien insistieron en resaltar la comunicación como elemento esencial para mantener la unidad familiar y para la resolución de conflictos.

“Cuando hay dudas o algún conflicto, lo principal y fundamental la transparencia, que todos los que estamos involucrados en la empresa sepamos cuál es el problema y se debata con total y absoluta claridad. Y luego, que nos atengamos a las normas”, afirmó el presidente de Grupo Alimentario Copese.

Sensaciones positivas

Por su parte, Tejedor precisó que es muy importante en la empresa familiar tener “unos grandes saldos de sensaciones positivas”, que se puedan utilizar en circunstancias difíciles en las que se tiene que poner en valor la confianza. “Y para que permanezca esa confianza y esa fuerza moral, en la empresa familiar lo que hay que trabajar muchísimo es el liderazgo, la ejemplaridad, los valores, y ser siempre tremendamente exigentes con nosotros mismos”, añadió.

“La gran ventaja que puede tener una empresa familiar en relación a una empresa no familiar, es hacer extensiva esa alma a toda la organización, a todas las personas que están dentro de la empresa”, concluyó el presidente de Grupo Tejedor Lázaro. 

Castilla y León Económica

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