a

Igea destaca la mejora de la ordenación del territorio como medida clave contra la despoblación, en la jornada de Castilla y León Económica y las cajas rurales

Moronta señala el apoyo de las cooperativas de crédito de la región a la inversión de pymes y autónomos
Foto de familia de los ponentes.
Foto de familia de los ponentes.

Francisco Igea, vicepresidente de la Junta y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, destacó este jueves la mejora de la ordenación del territorio como medida contra la despoblación en la clausura de una jornada sobre esta materia, que organizó la revista Castilla y León Económica con el patrocinio de la Unión de Cajas Rurales (Ucar) en el Museo de la Ciencia de Valladolid, a la que asistieron más de 300 personas.

En su intervención, Igea hizo hincapié en que no hay “varitas mágicas, fórmulas milagrosas, ni actuaciones cuyos resultados puedan verse a corto plazo. Son acciones para las próximas generaciones. Y todos hemos de ser conscientes de ello, pero tampoco nos debe desanimar y dejarlo para mañana; hay que perseverar en el empeño”.

A su juicio, es preciso generar más y mejores oportunidades laborales, muy especialmente a favor de los jóvenes. “Queremos, a todo aquel que lo desee, retenerle en nuestra tierra y, para ello, crearemos las condiciones necesarias para que la decisión de vivir en Castilla y León sea acertada y con futuro”, defendió. Así, apuntó acciones como la Ley de Apoyo a las Familias, medidas de conciliación y para facilitar el relevo generacional en las empresas, un plan de choque para eliminar la brecha digital con el mundo rural y ayudas directas a los negocios, entre otras.

Además, Igea subrayó el papel que deben jugar las mancomunidades para garantizar los servicios de una manera eficaz y sostenible en el tiempo, a la vez que apostó por reducir la burocracia.

Políticas de natalidad

En la inauguración del evento, al que también asistió Germán Barrios, consejero de Empleo e Industria, Ernesto Moronta, presidente de Caja Rural de Salamanca, señaló que el problema de la despoblación tiene solución si se cuenta con gente joven. “Se deben implementar políticas bien planificadas para aumentar la natalidad, que es muy baja, y entre todos, tanto empresas como administraciones públicas, buscar la conciliación familiar e incentivos para que cada vez seamos más los que aportemos”, argumentó.

No en vano, incidió en que donde hay juventud las empresas realizan mayores inversiones porque tienen asegurada la continuidad de la actividad, a la vez que recordó que la clave está en el crecimiento, “pues si hacemos esto último, existirá demanda de trabajo y este colectivo no tendrá necesidad de mirar a otras zonas para planificar su futuro junto a sus familias. Toda empresa o pyme, por pequeña que sea, es necesaria para que la población esté perfectamente atendida”.

Para Moronta, las cajas rurales están en una “magnífica situación” para poder apoyar cualquier iniciativa o inversión tanto a nivel de particular como de pymes y autónomos. “Podemos y debemos dar ese apoyo que la región necesita y nosotros somos los primeros interesados en conseguir un desarrollo continuado y sostenible”, comentó el directivo, que recordó que estas entidades de crédito (Caja Rural de Soria, Caja Rural de Zamora, Cajaviva y Caja Rural de Salamanca) tienen su sede en Castilla y León.

Mesas redondas

El encuentro contó con 2 mesas redondas moderadas por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica, quien destacó que el tema de la jornada “es de gran interés y ocupa un lugar destacado en la agenda política y económica, ya no sólo de Castilla y León, sino también en una amplia zona del territorio de nuestro país en lo que se conoce como la España vaciada. En el caso de nuestra comunidad autónoma, los datos son irrefutables: según las cifras del Instituto Nacional de Estadística, nuestra región pierde año a año habitantes, ya que cerró 2018 con 2,41 millones de habitantes, 85.626 menos que hace sólo 5 años y 154.357 habitantes menos que hace 10 años. Es decir, en una década es como si más de la mitad de la población de la ciudad de Valladolid se hubiera esfumado”. Y añadió: “pese a tener unos óptimos parámetros en educación, sanidad, seguridad, servicios sociales y una buena calidad de vida, somos incapaces de cortar la hemorragia poblacional, tal vez porque no ponemos el foco en lo que realmente funciona en las zonas del mundo más vigorosas: la actividad económica”.

Visión de las cooperativas

La primera de ellas, denominada La visión de las cooperativas y de los expertos, contó con Vicente Orihuela, director gerente de Bodega Cuatro Rayas; Justino Medrano, presidente de Acor; César Reales, director general de Agropal Grupo Alimentario; y Jerónimo Lozano, director de Urcacyl.

Orihuela puso en valor los incentivos para atraer talento que desarrolló su cooperativa, “porque no hay fórmulas mágicas”, pero medidas como sueldos “buenos”, planes de formación en idiomas y nuevas tecnologías o teletrabajo “nos permiten generar empleo en la zona”.

Para Medrano, hablar de la despoblación en los núcleos rurales está muy de moda, “pero estamos perdiendo mucho tiempo en hablar, debemos hacer análisis serios de por qué hemos llegado aquí y hacia dónde queremos ir”.

El director general de Agropal comentó que sí existe el relevo generacional en el campo con agricultores y ganaderos jóvenes, “pero nunca va a ser un número tan importante como en el pasado porque el sector ha cambiado y ahora está tecnificado y las cosas se hacen de una manera profesional”. Al respecto, destacó que hay que poner el punto de mira en añadir valor mediante una tranformación agroalimentaria de los productos para generar empleo suficiente.

Por último, Lozano aseguró que los puestos de trabajo en el mundo rural vendrán de la industria transformadora. “Si pretendemos que la población venga a los pueblos a través del campo nos equivocamos”, señaló. El presidente de Urcacyl relató las distintas actuaciones para que los jóvenes se incorporen al ámbito cooperativo, como que en su integración como socios se reduzcan sus aportaciones al capital social o su formación dentro de los grados de FP relacionados con la agroindustria, entre otros.

A continuación, tuvo lugar la segunda mesa redonda con el título La visión de las empresas y de las cajas rurales, en la que participaron Santiago Aparicio, promotor de Invest in Soria y presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (Foes); Francisco Prieto, director de Zamora 10; Javier Álvarez, presidente del Grupo Oblanca; y Cipriano García, director general de Caja Rural de Zamora.

Según explicó Aparicio, la despoblación no se ha tenido en cuenta hasta hace 3 años “como mucho”, aunque avisó de que en la actualidad se está hablando mucho de ello “con el riesgo de que el término se queme sin encontrar solución”.

Asimismo, apuntó que se han estudiado distintos puntos de Europa para ver cómo se había actuado contra la despoblación. “El único proyecto efectivo y que ha revertido la situación es el de las tierras altas de Escocia con una iniciativa público privada. Uno de los principales instrumentos para trabajar era la atracción de empresas, por eso pusimos en marcha Invest in Soria, para el que contamos con el apoyo de la Junta”, detalló. En esta línea, anunció que ya hay 3 proyectos en marcha “que son una realidad” con una inversión de cerca de 25 millones y 70 empleos “y otros 4 sobre la mesa que crearían unos 100 puestos de trabajo con una inversión de casi 50 millones de euros”.

Por su parte, el director de Zamora 10 indicó que desde la sociedad se han iniciado 21 proyectos como la Escuela Internacional de Industrias Lácteas y algunos relacionados con el turismo, entre otros. “Debemos crear empleo, pero el mundo rural tiene que aprender a cerrar ciclos, pues elaboramos magníficos productos pero los están transformando y comercializando fuera”, dijo.

Prieto puso el énfasis también en dar valor al mundo rural con la implementación de medidas como la banda ancha y la conectividad o a través de la restauración de servicios perdidos como la sanidad.

El presidente del Grupo Oblanca afirmó que la despoblación no sólo es rural en Castilla y León, “pues la región retrocede de manera alarmante, debemos reflexionar para saber por qué pasa eso”.

Para que esta situación se revierta, las empresas deben aportar un factor diferencial, “que a veces son las ayudas, los recursos naturales de la zona y otras cuestiones que debemos valorar para mejorar”. Y añadió: “el joven de Castilla y León se marcha, es una realidad que tenemos que afrontar y atajar, que entiendo que no es nada fácil. Por eso ha habido un momento en el que para encontrar trabajadores hemos tenido que recurrir a población inmigrante”.

Por último, el director general de Caja Rural de Zamora subrayó que las cooperativas de crédito tienen un vínculo de hermandad con el entorno periférico, “pues nuestra subsistencia depende de la población en la que estamos implantados. Seguimos manteniendo todas las oficinas abiertas con una doble vertiente, la financiera, pero también la sociológica y de motor económico”.

En este sentido, indicó que las necesidades financieras del entorno urbano y rural son diferentes porque los clientes son distintos, “aunque tenemos todos los productos que puede ofrecer la gran banca y podemos atender todos los proyectos viables que nos lleguen”.

Castilla y León Económica



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Ir al contenido