Cuando te sientas frente a frente con Carlos Gómez y Juan Carlos Muñoz, socios propietarios y consejeros en Interob, la primera palabra que sale de su boca no tiene que ver con la presentación o los inicios de su empresa, ni tan siquiera con el crecimiento galopante que sus principales magnitudes experimentan en los últimos ejercicios o la actividad que desarrolla esta compañía vallisoletana dedicada al diseño, construcción y fabricación de bienes de equipo.
Lo primero es hablar del alto nivel de productividad del negocio, conseguido por un método de trabajo que se apoya en las 5 S, iniciales en japonés de clasificación y descarte, organización, limpieza, higiene y visualización y disciplina y compromiso. No hay más que abrir la puerta de sus instalaciones para darse cuenta de que esta metodología se cumple a rajatabla.Y da resultados. Uno de los artífices de la implantación de esta forma de trabajar es un profesional español que Interob trajo de Australia, donde permaneció 5 años trabajando en un equipo de motociclismo.
Gómez señala que Interob facturó 14,5 millones de euros con 43 empleados en 2017. “El ratio de facturación por persona es altísimo, lo que garantiza el beneficio. Eso se consigue con métodos de trabajo, aunque tampoco nos podemos olvidar de la parte tecnológica. Trabajamos con tecnología punta. Y por supuesto, ahora que tanto se habla de Industria 4.0 y de optimizar procesos a base de suprimir puestos de trabajo, nosotros hacemos una apuesta clara y rotunda por las personas y por dar oportunidades a gente sin experiencia, para formarles aquí. Nuestro éxito se basa en las personas; por eso creemos que hay que buscar el punto de equilibrio entre éstas y las máquinas”. Toda una declaración de intenciones que no se queda en meras palabras. No en vano, en 2017 la empresa contrató a 7 estudiantes de institutos y universidades, de los que 3 se quedaron en la compañía; y el objetivo para el presente ejercicio es llegar al medio centenar de trabajadores, con un incremento de la facturación de un 20%, por encima de los 18 millones de euros.
Productividad
Otra muestra de esa productividad y de los resultados de la metodología de trabajo implantada es que, manteniendo la cifra de negocio en 2017 respecto al ejercicio precedente, han duplicado el beneficio. “Nos encontramos en nuestro mejor momento y somos optimistas”, asegura Gómez. Buena prueba de ello es que a mediados de enero, la cartera de pedidos de Interob era de casi 13 millones de euros. El ejecutivo sostiene que su obsesión es “ser los mejores en lo que hacemos, para que nuestros clientes vean la diferencia entre nosotros y nuestros competidores”.
El reto más importante para 2018 es la inversión de 1,5 millones de euros en la puesta en marcha de una nave gemela a la existente en la ampliación del Polígono de San Cristóbal, de más de 3.000 metros cuadrados, que les permitirá concentrar toda la producción en un mismo epicentro industrial y abandonar otra nave que ocupan en otro punto más distante de este recinto empresarial. Este desembolso se suma a los 2 millones de euros invertidos durante el período 2016-17.
Más información en el número de marzo de la revista Castilla y León Económica
