a

Jamones Aljomar refuerza su crecimiento nacional e internacional

La empresa salmantina aprovecha su control del ciclo de producción para aumentar sus exportaciones a 25 países
Basilio Grande, director comercial de Jamones Aljomar.
Basilio Grande, director comercial de Jamones Aljomar.

Alfonso Sánchez fundó Jamones Aljomar en 1992 en Guijuelo (Salamanca), una empresa familiar a la que trasladó sus más de 20 años de experiencia en el sector. En este período, la compañía ha crecido hasta alcanzar unas ventas de 26 millones de euros en 2014, de las que el 10% procede de los 25 países a los que exporta, y acaparar el 60% de las piezas de ibérico certificadas por la Denominación de Origen Guijuelo. 

Basilio Grande, director comercial de la empresa, subraya que esta evolución es el resultado de “un producto de calidad, un trato exquisito al cliente y el trabajo de todo el equipo, que se caracteriza por su implicación y especialización”. Las previsiones de la empresa apuntan a que sus ventas crecerán un 5% en 2015 hasta superar los 27 millones de euros.

Filiales

Además de Jamones Aljomar, el Grupo Aljomar está formado también por Matadero El Navazo, ubicado en Fuentes de Béjar (Salamanca), y la Explotación Vera Vieja, en Retamal de Llerena (Badajoz), en la que se encuentran las madres ibéricas para la cría y crecen los cerdos en extensivo. Asimismo, estas instalaciones cuentan con un centro de selección de alimentación y genética y una fábrica de piensos que utiliza cereales naturales, recientemente puesta en marcha. “Todo el cerdo de bellota está en fincas totalmente controladas. Son animales de genética seleccionada, que tienen una misma alimentación y control, lo que asegura la homogeneidad y calidad del producto”, comenta el director comercial de esta empresa familiar salmantina, en la que ya están implicados los miembros de la segunda generación.

La plantilla del grupo supera las 250 personas, de las que 50 corresponden a la planta de producción de Guijuelo, que con más de 18.000 metros cuadrados cuenta, entre otras instalaciones, con un secadero natural de madera único en el sector y otro de grandes dimensiones cuya temperatura se controla de la forma tradicional mediante la apertura y cierre de las ventanas.

 

Control del ciclo de producción

De esta forma, la compañía controla todo el ciclo de producción y elaboración, que comienza “en las expertas manos de la familia con la selección de los animales para su crianza en la dehesa. En los terrenos y fábrica de piensos de la explotación ganadera Vera Vieja se controla, cría y alimenta al cerdo ibérico, que posteriormente será sacrificado en el Matadero El Navazo, el más moderno del sector”, explica Grande, que añade: “en las instalaciones de Guijuelo se cierra el proceso con la curación, comercialización y distribución de las carnes, jamones y embutidos ibéricos de Aljomar”. Asimismo, comenta que este ciclo controlado de producción es la principal diferenciación frente a la competencia. “Es el producto que queremos hacer”, subraya.

Más información en el número de octubre de la revista Castilla y León Económica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre la protección de datos:
· Responsable de los datos: Ediciones La Meseta, S.L.
· Finalidad: Enviar un comentario
· Derechos: Tienes derecho a acceder, rectificar o suprimir los datos, así como otros derechos como es explica en la política de privacidad.
· Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre la protección de datos aquí.

Noticias relacionadas

Ir al contenido