La Fundación del Centro de Supercomputación de Castilla y León ha constituido formalmente un consejo asesor para dar cabida a las universidades públicas de la comunidad autónoma, las que realizan la mayor parte de la actividad investigadora y las que, en mayor medida, pueden canalizar su potencial tanto hacia las necesidades del sector público como a las demandas de sectores económicos o productivos.
Antonio Silván, consejero de Fomento y Medio Ambiente y presidente de la Fundación, destacó la importancia de este nuevo órgano para “conseguir una colaboración más activa entre las universidades públicas de Castilla y León y para que los resultados de los proyectos de investigación realizados puedan ser exportados al sector privado”.
Así, el consejo asesor fomentará la colaboración del Centro -también denominado Caléndula- con las empresas de Castilla y León y ofrecerá un asesoramiento de alto valor tecnológico relacionado con estrategias, planes de actuación y líneas de trabajo de la Fundación.
Acuerdos de colaboración actuales
La entidad colabora en la actualidad con las universidades de León y Oviedo y con el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga). También desarrolla proyectos vinculados con cerca de 30 empresas de distintos sectores y organismos de carácter nacional e internacional punteros en investigación, entre ellos Hewllett Packard, la empresa especialista en mecánica de fluidos y consultoría DSC-Análisis, la Fundación Instituto de Hidráulica de Ambiental de Cantabria, 2 multinacionales del sector de la I+D+i, Satec y Catón o las bodegas Emilio Moro.
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