La producción y comercialización de células madre para uso clínico a partir de la médula ósea del propio paciente es la apuesta de Citospin, una nueva empresa de base tecnológica creada al amparo de la Universidad de Valladolid (UVA) y que nace como resultado de la colaboración de los catedráticos de Fisiología Ana Sánchez y Javier García-Sancho con unidades clínicas de todo el país.
El Consejo de Gobierno de la institución académica aprobó hoy el desarrollo de este proyecto, que ya ha contribuido a la creación de otras 5 spin-off y que se considera “un gran reto de la medicina regenerativa”. Este tipo de investigaciones ya se encuentran en fase clínica, a través de los programas financiados por el Ministerio de Sanidad y Política Social, el Instituto Carlos III y la Junta de Castilla y León.
Fuentes de la Universidad explicaron que en los ensayos clínicos sólo pueden utilizarse células tratadas en establecimientos que cumplan las normas del sistema GMP de calidad farmacéutica, que garantiza la obtención de productos inocuos, y que cuenten con personal cualificado.
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