Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, visitó este viernes la Feria Internacional de Turismo, Fitur, que se celebra estos días en Ifema, donde ha participado en la presentación de las novedades del Club de Producto Rutas del Vino de España, junto a Reyes Maroto. ministra de Industria, Comercio y Turismo. Allí ha destacado la apuesta decidida de Castilla y León por el enoturismo, un producto turístico “novedoso, vanguardista y dinamizador de la España interior”, y en el que la región es líder nacional. Pero sobre todo, según señaló el presidente, el turismo, y dentro de él, el enoturismo, constituye “un importante elemento dinamizador del medio rural, generador de riqueza económica y de empleo, que nos ayuda a fijar población en nuestro territorio”.
Castilla y León cuenta con un modelo de gestión de excelencia del enoturismo protagonizado por bodegueros, restauradores, alojamientos, comercios y oficinas de turismo, y contabiliza un total de 8 rutas de vino certificadas: Arlanza, Arribes, Bierzo, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, Sierra de Francia y Toro. De este modo, Castilla y León es la comunidad autónoma con mayor número de rutas certificadas en este momento, por lo que lidera la oferta de enoturismo a nivel nacional.
3 millones de visitantes
De acuerdo con los datos de los que dispone la Junta, en el año 2018, las distintas Rutas del Vino recibieron casi 3 millones de visitantes a bodegas y museos en el conjunto del país. De ellos, casi medio millón fueron los visitantes a las Rutas de Castilla y León, con casi un 6 % de incremento frente a los datos de 2017. Además, La Ruta Ribera del Duero es la tercera más visitada de todo el país, por detrás de Marco de Jerez y Enoturismo Penedés con 383.150 visitantes.
Según ha destacado el presidente de la Junta, gracias a una oferta diversificada, creciente y de calidad en torno a un territorio, el enoturismo conjuga las propuestas del vino con la oferta de turismo de paisaje, naturaleza, gastronomía, patrimonio, historia, deporte o actividades de ocio y tiempo libre. Y todo ello va en consonancia con los objetivos de la Junta de Castilla y León, que apuesta por un turismo responsable y sostenible, contribuye a un equilibrio territorial, es un producto de desestacionalización turística y forma parte de una oferta dinámica y actualizada, con especialización de producto y con gran implicación de los empresarios.
En definitiva, según ha señalado Fernández Mañueco, el enoturismo es un producto turístico que une y suma, que cuenta con una red de cooperación empresarial y de colaboración público-privada, donde empresarios y administraciones van de la mano.
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