El próximo mes de julio la cooperativa agroalimentaria Padre Flórez, con sede en Villadiego (Burgos), cumple su 40 aniversario. Su actividad se centra en el almacenamiento de cereales, proteaginosas y oleaginosas, así como abonos y otros suministros para las explotaciones de los socios.
En la actualidad, la cooperativa tiene 124 socios y su actividad se desarrolla en un radio de 25 kilómetros en torno a Villadiego. En Padre Flórez aseguran que las producciones en esta comarca son bastante estables, en torno a las 40.000 toneladas en su caso, a excepción hecha de la campaña de 2017, en la que la pertinaz sequía y alguna helada fuerte redujo considerablemente la cosecha.
En 2019, la cifra de negocio de la cooperativa alcanzó los doce millones de euros y entre sus últimos proyectos se encuentran la instalación de una planta fotovoltaica para autoconsumo y la adquisición de una nueva pala cargadora. Además, recientemente ha construido 2.200 metros cuadrados para mejorar y ampliar la capacidad de almacenamiento.
Instalaciones
Padre Flórez dispone de una superficie de 15.000 metros cuadrados para almacenamiento, con dos máquinas de selección y calibrado, un secadero para girasol y maíz y naves ventiladas para conservación del grano, aparte de la maquinaria de servicio.
Para los responsables de esta cooperativa burgalesa, uno de los graves problemas del sector agropecuario en nuestra comunidad autónoma es el envejecimiento de la población y la falta de relevo generacional, un hecho “al que no somos ajenos, aunque sí que se cuenta estos años con nuevos socios que toman el relevo a sus padres. Otro de los problemas es la dificultad de acceso a la tierra debido al desmesurado encarecimiento, tanto en rentas como en compra, que en muchos casos hace inviable las explotaciones”.
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