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Zarzuela, la constructora más longeva de Castilla y León al cumplir 75 años

La diversificación, clave en la supervivencia de la empresa familiar vallisoletana
De derecha a izquierda, Felipe Zarzuela, presidente de Zarzuela, con los conseje
De derecha a izquierda, Felipe Zarzuela, presidente de Zarzuela, con los consejeros de la empresa, Jesús, Alfonso y Liberto.

“Para dar tu apellido a un negocio, tienes que hacer las cosas muy bien”. Esta reflexión de unos de los fundadores de Zarzuela, la constructora vallisoletana que en 2016 cumple 75 años, siendo la más longeva en activo de su sector en Castilla y León, ejemplifica la filosofía de esta compañía familiar vallisoletana desde sus inicios: sacrificio, trabajo, esfuerzo, humildad, constancia y austeridad.

Hay que remontarse a los años de la posguerra  española para encontrar el origen de esta empresa. El  punto de partida de lo que hoy se conoce como Zarzuela se encuentra en 1941, cuando los hermanos Pablo, Ildefonso, Felipe y Juventino comienzan a trabajar en el transporte de mercancías para la construcción y la fabricación de áridos. Eran los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil Española y había que reconstruir un país, si bien la actividad de la construcción no estaba muy desarrollada. Empezaron a aparecer camiones procedentes del ejército, que salían a subasta, ya que en España no se fabricaban, y los Zarzuela comenzaron a comprar a medida que podían, “siempre con la vista puesta en crecer, en reinvertir en el negocio”, rememora Jesús Zarzuela, presidente del Consejo de Administración de la compañía. Así hasta los años 60, cuando, coincidiendo con la revolución económica que vive el país y el inicio de fabricación nacional de camiones y maquinaria. En este momento se incorpora a Zarzuela la siguiente generación, aún en activo, integrada por Liberto, Alfonso, Jesús y el fallecido Luis. Nos encontramos ante uno de los hitos principales de la compañía: con la entrada de savia nueva al negocio, éste se revitaliza y moderniza, se le da un impulso “en un momento necesario”, y la empresa es pionera en la compra de excavadoras y máquinas cargadoras. “A partir de ahí, ya no se para. La demanda de la actividad de obra pública requiere crecer. Aparecen las planta de hormigón de aglomerado asfáltico. Nos dedicábamos a la fabricación de áridos, transportes, excavaciones y casi sin querer nos habíamos convertido en contratistas de obra pública. Teníamos equipos y tecnología y estábamos preparados para ser competitivos”, explica Jesús Zarzuela.

En la actualidad, Zarzuela factura 40 millones de euros y cuenta con una plantilla de 130 empleados. La diversificación ha sido el pilar clave para la supervivencia de esta compañía familiar, ya que la construcción, su core business, concentra el 60% de su actividad. El resto se reparte en diversas sociedades, como una bodega, un hotel, un parking subterráneo, una participación en la universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) y edificios en los Parques Tecnológicos de Boecillo (Valladolid) y León. 

Más información en el número de diciembre de Castilla y León Económica.

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