Con 2 estrellas Michelin, se espera más de la técnica de Dani García, que en algunos de sus platos impacta más por su presentación, en el interior de un libro, por ejemplo, que por la elaboración o el sabor del producto. Con una puesta en escena tan cuidada, el storytelling tendría que haber tenido más contenido gastronómico.
Gusta la variada recreación que hace del tomate, en sus 2 platos como Tomate No Nitro y Tomate Nitro, ceviche y ostra; dulcifica el paladar con Las virutas de anguila ahumada sobre foie; y divierte el Croché. En su propuestas de pescado impera la simpleza y el respeto al producto como en el Atún negro a la parrilla y en la Lubina frita a la pimienta negra. Si no es muy goloso, recomendable el carro de quesos, apetecible y variado.
También la selección de panes es digna de una cata, por su frescura y rica elaboración. Interesante carta de vinos y profesionalidad del servicio. Sofisticado el montaje del restaurante, dentro del Hotel Puente Romano en Marbella (Málaga), donde luego es aconsejable tomar una copa para disfrutar del sofisticado y animado ambiente.