El crecimiento de la economía regional seguirá siendo sólido en 2025, con una previsión de alrededor del 2% este ejercicio y del 1,5% en 2026, según el informe Situación Castilla y León 2025 presentado este miércoles por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y por Guadalupe Hernández, directora de la Territorial Noroeste de BBVA. Sin embargo, se estima una desaceleración debido a la elevada incertidumbre de política económica y a la expectativa del impacto del cambio arancelario de EE UU en España y en los países europeos.
Con todo, a finales de 2026 el PIB per cápita podría situarse 9,3 puntos por encima de los niveles prepandemia, lo que convertiría a Castilla y León en la segunda comunidad autónoma con mayor crecimiento acumulado en este indicador desde 2019. El PIB per cápita en este territorio tendrá una evolución mejor que el promedio nacional, con tasas del 1,7% en 2025 y 1,3% en 2026, (1,2% y 0,4% para el conjunto de España, respectivamente).
De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro podría reducirse hasta el 8,8% de media en 2026 y se podrían crear 24.400 nuevos empleos en el bienio 2025-26.
Avance de los servicios
Entre los factores que apoyan el crecimiento destaca el avance de los servicios, tanto públicos como privados, así como el buen comportamiento de la demanda interna, impulsada por el consumo de los hogares.
Los datos de principios de 2025 apuntan a que la aceleración del empleo se concentró en las zonas urbanas, con mayor dinamismo en las de Burgos, Salamanca y Valladolid, mientras que en el resto del territorio se observó un comportamiento más moderado, con señales de desaceleración. En términos agregados, el avance de la afiliación en Castilla y León se situó por debajo del promedio nacional. Al igual que en años anteriores, el sector público, las actividades profesionales y las manufacturas volvieron a empujar el avance de la afiliación en lo que va de año.
El consumo de los hogares explica buena parte de la resiliencia de la economía de Castilla y León, particularmente en Zamora y Burgos, donde el gasto con tarjeta en TPV de BBVA o realizado por clientes de la entidad muestra un mejor comportamiento que la media regional. La progresiva reducción de la inflación y de los tipos de interés podría seguir respaldando esta tendencia en los próximos meses. El gasto presencial total registrado en Castilla y León en TPV de BBVA, o realizado por clientes de BBVA, aumentó un 14,9% en 2024 y, en lo que va de 2025, se desacelera hasta el 8,9%. En particular, el aumento del consumo es mayor en compras asociadas a grandes superficies, belleza, bares y restaurantes y alimentación, mientras que el gasto en hogar y transporte pierde dinamismo.
Castilla y León Económica