El consejo de administración de Caja de Burgos ha aprobado este viernes el traspaso de su negocio financiero a Banca Cívica, a excepción de los activos y pasivos adscritos a la Obra Social y Cultural. Con este acuerdo estratégico, que debe ser ratificado por la asamblea general, la caja burgalesa ejercerá su actividad financiera de manera indirecta.
Esta decisión supone el mantenimiento de la condición de caja de ahorros, de la Obra Social y Cultural, los órganos de gobierno, la marca y el arraigo local, indica la entidad de ahorro. Esta operación supone un tramite necesario para cumplir los nuevos requisitos de capital establecidos por los reguladores y el Banco de España y un paso previo para la salida a Bolsa.
El siguiente paso será la aprobación del acuerdo por los órganos de gobierno de Caja de Burgos, Caja Canarias, Cajasol y Caja Navarra. A continuación, las cajas del Grupo y el banco modificarán su contrato de integración que, también, deberá ser aprobado por los consejos de administración y asambleas generales. Más tarde, solicitarán las autorizaciones administrativas pertinentes -Banco de España, Ministerio de Economía y Hacienda y comunidades autónomas- y llevarán a cabo la inscripción de la segregación de activos y pasivos a favor de Banca Cívica en el Registro Mercantil.
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