La inteligencia artificial es una herramienta necesaria para incrementar la competitividad de las empresas, tal y como quedó de manifiesto durante un encuentro de trabajo organizado este lunes por Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) para analizar el estado actual de esta tecnología y sus perspectivas para 2025.
La jornada fue inaugurada por Isidoro Alanís, presidente de EFCL, quien precisó que este encuentro se enmarca en el ciclo que está desarrollando la asociación para analizar algunas cuestiones que son de gran interés para la empresa familiar, como son la gestión de los recursos humanos y la situación geopolítica que estamos viviendo, temáticas que centraron las 2 sesiones anteriores, celebradas en febrero y marzo.
Incorporar la IA a los procesos
La jornada fue impartida por el leonés David Vivancos, uno de los mayores expertos en inteligencia artificial de España, quien advirtió a los empresarios de que si no incorporan esta tecnología en sus procesos, “puede que lo hagan otras empresas, y si no lo haces, puedes perder mucha competitividad”.
Vivancos precisó que todo lo que se repite en una organización es lo que está más cerca de ser automatizado y destacó que el diferencial de una empresa familiar “son esos datos únicos que tiene y que tiene capacidad de producir”. Por ello, insistió en la importancia de almacenar y procesar esa información, un proceso que es cada vez “más sencillo y económico”, pero que debe realizarse en entornos protegidos, sin poner en riesgo a la empresa.
“Drástica” evolución
El experto explicó en su ponencia la drástica evolución que ha vivido la inteligencia artificial en los últimos años, en los que ha pasado de ser una inteligencia artificial reducida, a una inteligencia artificial general, en la que una máquina va poder hacer todo lo que es capaz de hacer un ser humano. “Estamos muy cerca de llegar a ese punto”, matizó.
Según Vivancos, la siguiente etapa será de la de superinteligencia, en la que las máquinas serán capaces de hacer lo mismo que los 8.000 millones de personas que han vivido previamente.
Señaló que aunque todavía no hemos llegado a ser capaces de hacer que un dispositivo sea igual de eficiente que un cerebro humano, actualmente la tasa de error y el dominio del lenguaje de la inteligencia artificial es igual o superior a la humana y ya hay muchas IA que están capacitadas para superar el test de inteligencia “y llegarán a 300 de cociente intelectual a finales de año”.
Generación de datos propios
Así, destacó que “ya no son solo aglutinadores de datos o simuladores, estamos en la época en la que empezaran a generar sus propios datos”, y advirtió de los riesgos que todo ello conlleva, como es que los datos con los que se entrene al algoritmo puedan condicionarlo o que el propio algoritmo pueda ser hackeado.
También apuntó a la falta de desarrollo equitativo de la IA, que puede crear una bipolaridad del mundo entre EE UU y China, y se lamentó de que desde la política no se esté invirtiendo drásticamente en este campo a través de programas específicos de desarrollo e impulso de la inteligencia artificial.
Equilibrio entre regulación y competitividad
“Hay que encontrar un equilibrio entre regulación y competitividad y Europa está más en el campo de la regulación”, aseguró Vivancos, quien insistió en que la regulación en Europa “va a ser un problema que va a hacer que vayamos a 2 velocidades. La competitividad se puede minar drásticamente”.
Finalmente, aseguro que ya ha empezado la carrera por fabricar robots humanoides y la previsión es que se puedan producir 15 millones en lo que queda de década. No obstante, sobre la posibilidad de que los robots sustituyan a los trabajadores, vaticinó: “aún queda un poco de tiempo y el ser humano todavía puede ser parte del proceso”.
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