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La Escuela de Cocina de Valladolid cumple 10 años

El centro acomete un “ambicioso plan” de reforma
Autoridades en la Escuela Internacional de Cocina
Autoridades en la celebración del décimo aniversario de la Escuela Internacional de Cocina de Valladolid.

La Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez ha celebrado este martes el décimo aniversario de la “historia de un éxito” en la que ha tenido que sortear “muchas dificultades” en el camino, en lo que Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, de la que depende la Escuela de Cocina, ha reivindicado como un “verdadero ejemplo de resiliencia” por parte de un proyecto que se ha reformulado a través de un “ambicioso plan para coger impulso”.

“Qué somos y dónde queremos ir”, ha indicado en concreto Caramanzana, que ha sustentado el plan de futuro de la Escuela Internacional de Cocina en 3 líneas estratégicas de actuación que pasan por reforzar la oferta formativa, donde ha anunciado un grado para ahondar en la competitividad de la formación de post grado con un llamamiento a proyectar la oferta hacia la formación profesional ante la premisa de que contar con talento cualificado es “de vital importancia” para el futuro del sector.

Centro de impulso de la I+D+i

La segunda estrategia gira en torno a la industria para, de la mano de la marca de calidad Tierra de Sabor, hacer de la Escuela Internacional de Cocina un centro de impulso de la I+D+i del sector de la alimentación y de la salud, mientras que la tercera busca estar cerca de las empresas y de la hostelería para ayudar a responder a las necesidades reales del sector con un proyecto que hará de los cocineros “la carta de presentación de la variada gastronomía” de la Castilla y León, de la que ha destacado también su “alto grado de tecnificación”.

“La Escuela nació de las empresas para las empresas”, ha recordado el presidente de la Cámara de Comercio e Industria valisoletana, que ha abogado por “dar un paso más” para dar entrada en el proyecto a más instituciones y empresas privadas en un sector que representa el 7% del PIB nacional donde es “un referente y un símbolo del país donde hablar de hostelería es hablar de un sector consolidado que apuesta por hábitos de vida saludable y por ofrecer una experiencia única al cliente”.

Formación renovada y de calidad

Caramanzana se ha comprometido a mantener ese camino a través de una “formación renovada y de calidad adaptada a los nuevos tiempos” que ha llegado ya a más de 4.700 personas a través de cursos superiores y de especialización, a lo que ha añadido que casi el 100% de los alumnos sale con un empleo, en lo que ha reivindicado como una importante manera de retener el talento.

En el acto de celebración del décimo aniversario de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez ha contado con la participación de los consejeros Ana Carlota Amigo, de Empleo e Industria; y Jesús Julio Carnero, de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, quienes, tras felicitar al centro por sus 10 años de andadura, han reivindicado la capacidad de “encaje” de la formación en el sistema laboral y en el mundo de la cocina, “necesaria y, en muchos casos, sublime”.

Carnero ha hecho especial hincapié en la necesidad de poner en valor la calidad y ha situado la formación que imparte la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez como el resultado de un encadenamiento de los eslabones de una cadena que empieza con los productores, sigue con la transformación a través de la industria y con la colaboración de la distribución y culmina en la restauración.

Actividad de gran valor añadido

Por su parte, Amigo ha apelado a la frase de la Guía Michelin “Compensa el viaje”, para recordar que el mundo de la cocina es algo más que una actividad destinada a alimentarse y reivindicar la evolución del sector hacia una actividad “altamente competitiva y de gran valor añadido en su apuesta decidida por la profesionalización y la excelencia” que requiere formación profesionalizada. “Hay que hacer de Castilla y León un lugar en el que el viaje merezca la pena”, ha enfatizado.

La celebración del décimo aniversario de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez ha contado con la intervención también de Álex Beitia, director académico de la Basque Culinary Center, quien, tras recordar que este centro de formación también ha cumplido los 10 años de historia, ha explicado que estas 2 instituciones “colegas y hermanas, buscan lo mismo, la pasión y la excelencia en un compromiso social y de innovación con un llamamiento expreso a que la evolución de la formación con el reto, incluso, de que vaya por delante”.

Altas expectivas de los alumnos

Beitia ha explicado que los centros de formación tienen que cumplir, al menos, las “altísimas expectativas” de los alumnos para superarlas en la medida de lo posible para que tengan más herramientas que permitan aplicar los conocimientos adquiridos con propuestas académicas personalizadas y ajustadas a su propia experiencia en las que se aplique además un sistema de evaluación más cualitativo que cuantitativo para un aprendizaje “integral”.

Pensar en términos de experiencia es otra de las recetas que ha trasladado el director académico de la Basque Culinary Center que ha apostado por aprendizajes “muy prácticos” para añadir que si puede ser real será mejor para unos alumnos que no sólo se tienen que preparar para el mañana sino también para toda su vida para lo que deben saber renovarse y convivir con la actualización continua del mundo de la cocina.

Castilla y León Económica/ Europa Press

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