Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, reclamó a las comunidades autónomas que adopten las mismas obligaciones de transparencia con las que cumple el Gobierno central, como la publicación de los datos de Ejecución Presupuestaria cada mes. Durante su intervención en el Foro Cinco Días, explicó que esta medida ayudaría a que los mercados vieran que las regiones “no están tan mal” y que van a cumplir con sus objetivos de reducción del déficit. “Se verá una situación financiera razonable y en línea con lo previsto”, indicó.
La mayor parte de esta información “ya está ahí” y las comunidades autónomas la remiten al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), con lo que lo único que hace falta sería “publicarla”. Además, aseguró que esto debería ser fruto de un acuerdo de todas las autonomías y no por una imposición del Gobierno. En este sentido, admitió que existe una “considerable incertidumbre” sobre la situación financiera de las regiones que es necesario despejar y que además impide discriminar entre unas administraciones y otras, ya que no todas tienen la misma situación. Así, dijo que si el país es más transparente, podrá despejar más dudas de cara a los mercados.
Al mismo tiempo, Ocaña subrayó la necesidad de que las administraciones regionales lleven a cabo un actuación más coordinada en algunos ámbitos para garantizar mayores beneficios sin restar autonomía. En este sentido, puso como ejemplo la negociación salarial, y aseguró que si se acordara entre todos los territorios, las cosas funcionarían “mucho mejor”. Por otro lado, insistió en los beneficios que tendría para las comunidades autónomas la elaboración de techos de gastos previos a la confección de los presupuestos autonómicos, un sistema también similar al del Estado. “Es algo que nos funciona bien, en lo que tenemos buena experiencia y que es recomendable”, añadió.
Más esfuerzos
Ocaña reclamó más esfuerzos para reducir el déficit en la parte del gasto sin un marcado carácter social, cuyas partidas se destinan a inversiones o empresas públicas, entre otras cosas. “Es sensato que empiecen por ahí”, indicó. Aún así, consideró “probable” que se las comunidades autónomas se vean también obligadas a realizar otro tipo de ajustes en la parte de sus presupuestos que sí está destinada a gasto social, con medidas que ya se están debatiendo y que algunas regiones han solicitado, como el copago o el desarrollo “más lento” de la Ley de Dependencia.
En este sentido, afirmó que el copago es “seguro una de las vías a estudiar para reducir el gasto sanitario sin perjudicar la efectividad y equidad del sistema”, aunque recalcó que son los consejeros de Sanidad los que tienen que decidir las medidas concretas y no el Estado.
Sin traje a medida para Madrid
“Hay toda una batería de ideas que están sobre la mesa y que han entrado a formar parte del debate social”, señaló, tras recordar que es la primera vez que las administraciones regionales se enfrentan a una crisis de este calibre porque antes no gestionaban tantos recursos. En cuanto a la entidades locales, el secretario de Estado explicó que son más heterogéneas que las comunidades autónomas y que, por tanto, las actuaciones son “más limitadas” a la hora de reducir el déficit.
Sobre la situación concreta de Madrid y ante la posibilidad de que el Gobierno elabore un “traje a medida” para que el Ayuntamiento pueda reducir su nivel de endeudamiento, Ocaña se limitó a descartar esta posibilidad al explicar que la única obligación del Ejecutivo es garantizar el cumplimiento de la Ley.
Reducción del déficit
Con todo, Ocaña aseguró que la política presupuestaria y fiscal del Ejecutivo está “bien encaminada” y cumpliendo con la senda de consolidación fiscal, que obliga a reducir el déficit al 6% en 2011, un objetivo “ambicioso y difícil” que, según aseguró, “se va a cumplir”. En este sentido, afirmó que no hace falta introducir nuevas medidas ni “grandes novedades” para cumplir los objetivos marcados, ya que las iniciativas que se han puesto en marcha hasta ahora están dando “buenos resultados”. Además, descartó cambios fiscales en el Impuesto de Sociedades y en los impuestos especiales.
De la misma forma, defendió las previsiones que contempla el cuadro macroeconómico en materia de crecimiento, así como las previsiones en materia de ingresos impositivos, ya que el cierre de 2010, “un poquito superior a lo presupuestado”, permitirá empezar el 2011 con una “situación cómoda”.
Finalmente, Ocaña se refirió a los cambios impulsados por el Gobierno, como la reforma laboral, la del sistema financiero, la reforma energética, la de servicios o la del sistema de pensiones, en la que no hay que ser “perezoso” para poder asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
Europa Press
