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Invescon fabrica en Valladolid algunas de las alarmas más seguras del mercado

La empresa cuenta desde hace una década con la primera central de grado 4 certificada y proyecta lanzar el primer detector de esta categoría a nivel mundial
Claudio Parrilla de Invescon.
Claudio Parrilla, consejero delegado de Invescon Seguridad.

“Saber cuánto de protegido estás en tu negocio o en tu vivienda con tu sistema de alarma es complicado, porque influyen innumerables factores, algunos relativos a la edificación o entorno; y otros centrados en la solución o servicios contratados en seguridad privada. Y en el caso de un sistema de alarma anti-intrusión hay que tener en cuenta el número de detectores, sus tecnologías, ubicación, apoyo o no con un sistema de video-vigilancia. Pero en la solución anti-intrusión hay un dato completamente objetivo, desde el año 2011 todos los productos de seguridad que se instalen en España deben tener una certificación según normas europeas, y se asigna un grado de seguridad que va del 1 al 4”, explica Claudio Parrilla, CEO de Invescon Seguridad, empresa familiar con más de 40 años de trayectoria en el sector de la seguridad.

Sobre los grados de seguridad, Parrilla detalla que son “como las estrellas de los hoteles, nos permiten de una forma muy intuitiva saber el nivel de calidad y servicios que vamos a recibir”, siendo el grado uno el de menor nivel de seguridad y el 4 el más alto. El grado 1 no permite conexión a Central de Alarmas (CRA), sino únicamente un aviso sonoro o notificación al teléfono del propietario. El grado 2, o de bajo-medio riesgo, es el mínimo nivel de seguridad exigido para poder conectarse a una CRA, y se suelen utilizar en hogares o tiendas pequeñas, “aunque tienen deficiencias importantes de seguridad”.

El grado 3, o de medio-alto riesgo, para espacios vulnerables o especialmente expuestos a actos delictivos. Muchos negocios como joyerías o administraciones de loterías obligados a disponer al menos de este grado, “que empieza a garantizar un cierto nivel de seguridad”. Y el grado 4 o de alto riesgo, destinado a instalaciones críticas. “El uso de una central de alarmas grado 4 garantiza el sistema más seguro del mercado y blindar un proyecto con un nivel de seguridad superior a cualquier alternativa del mercado. Nosotros siempre proponemos centrarnos en esta cuarta franja”, enfatiza Parrilla.

Estructura del grupo empresarial

El Grupo Invescon está integrado por Invescon Seguridad, empresa instaladora y mantenedora de proyectos de seguridad, vídeo-vigilancia, control de accesos y horario, y protección contra incendios; Invescon Technologies, fabricante de productos electrónicos y software de seguridad; e Invescon Reycosa, única central receptora de alarmas de Valladolid.

Invescon Seguridad utiliza todo tipo de productos, “pero nos apoyamos siempre en los desarrollados por Invescon Technologies, la empresa del grupo que se dedica al diseño y desarrollo de productos electrónicos y software de seguridad”. Desde el año 2013, la firma familiar posee la primera central de alarmas certificada en grado cuatro del mercado, y en la actualidad está complementando la solución en un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de la Agencia Estatal de Investigación, dentro del Programa Retos Colaboración RTC2019-007442-8, de la mano del centro tecnológico Cartif, para lanzar el primer detector grado cuatro del mercado a nivel mundial.

Profesionalización de servicios

Tras el primer cambio generacional en la empresa, la actividad se focaliza en la profesionalización de sus servicios. “Como empresa familiar de Castilla y León, y con la intención de favorecer los negocios locales, nuestros productos, que diseñamos y desarrollamos en Valladolid, se fabrican en el Parque Tecnológico de Boecillo y algún componente en León. Se trata de una política interna de la empresa con la que pretendemos beneficiarnos entre todos nosotros, pues esto nos aporta las ventajas de trabajar con proveedores cercanos”.

La familia Parrilla, propietaria de Invescon, y todo su equipo acumulan más 43 años de experiencia, con el compromiso que caracteriza a las empresas familiares. En la actual etapa, ponen el foco en que los próximos pasos de desarrollo “nos permitirán seguir diferenciándonos en nuestro sector y garantizar la seguridad de nuestros clientes”.

Más información en el número de junio de la revista Castilla y León Económica

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