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La Junta justifica el descenso de inversión en I+D por la crisis y el recorte de las ayudas de la UE

Castilla y León, con un gasto del 1,12% del PIB regional en este ámbito, es la sexta comunidad autónoma con mayor esfuerzo inversor
juan casado
Juan Casado, director general de Universidades e Investigación y comisionado para la Ciencia y la Tecnología de Castilla y León.

Juan Casado, director general de Universidades e Investigación y comisionado para la Ciencia y la Tecnología de Castilla y León, aseguró que el descenso en el esfuerzo inversor en I+D se debe a la crisis económica, a la salida de los países Objetivo 1, así como al denominado efecto sede, es decir, a que el gasto en investigación de las empresas que operan en la región pero con sede social fuera de ella no computa. En concreto, según los datos de la Estadística sobre Actividades de I+D elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto en esta materia en 2009 equivalió al 1,12% del PIB regional, lo que sitúa a Castilla y León como la sexta comunidad autónoma que efectuó un mayor esfuerzo inversor.

En este sentido, Casado calificó como positivo que, a pesar del descenso, la región ocupe el sexto puesto, por detrás de autonomías como Madrid y Cataluña, pero incidió en que los datos globales “no son buenos” y, por tanto, señaló que no se debe “bajar la guardia” y que las empresas deben incorporarse a la dinámica inversora. A su juicio, el hecho de que Castilla y León se comporte “peor” en esfuerzo inversor en I+D que el conjunto del país -España gastó 14.582 millones en 2009, el 1,38% del PIB- es debido en primer lugar a la crisis económica generalizada, ya que según expresó ésta repercute en los gatos en inversión de las empresas.

Asimismo, como factor particular de la región, achacó la caída a la salida de ésta de la lista de países europeos Objetivo 1. Casado explicó que, aunque dejó de constar en ella en 2007, en realidad 2009 fue el último año en que pudo invertir los fondos de la UE en proyectos innovadores. “Como sabíamos que era el último año en que podíamos usar los fondos, hubo una concentración para que ningún proyecto quedara sin financiación”, manifestó.

Efecto sede

Por otra parte, indicó como tercer factor el efecto sede, ya que existen empresas con oficinas en la región pero con sede social fuera de ella cuyo gasto en I+D no computa a efectos estadísticos. En este caso, como señaló, el gasto se computa donde se encuentra dicha sede. “Eso es importante en comunidades limítrofes con Madrid, como ocurre con Castilla y León”, apostilló.

Finalmente, apuntó que los fondos públicos que destina el Estado para financiar los proyectos innovadores “son cada vez más dirigidos” y usados como “elemento negociador” con las comunidades autónomas con respecto a los Presupuestos Generales. No obstante, Casado expresó que las previsiones para los próximos años son “optimistas” puesto que el peso de las empresas que operan con media y alta tecnología está “muy afianzado” y confió en que se remonte la tendencia de hace unos años, “siempre atentos a la crisis”.

Europa Press

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