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María Isabel de Blas, una empresaria en el ‘masculino’ sector de la construcción

La CEO de Blasgon ensalza la honestidad, generosidad y valentía como valores estratégicos para liderar una empresa
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María Isabel de Blas, CEO de Blasgon.

Si hay algo que caracteriza a María Isabel de Blas, Maribel para los más cercanos, es su compromiso con todo aquello en lo que se involucra. Esta arandina se incorporó a Blasgon en 1980, la compañía dedicada al sector de la construcción de su familia y de la que ahora es CEO, que tiene en la actualidad una facturación global de más de 5 millones de euros y casi medio centenar de trabajadores. Desde entonces, ha contribuido a cimentar su consolidación y crecimiento, también fuera de España.

“Las empresas con apellido surgen siempre porque una persona valiente y emprendedora, a la que le suele acompañar su familia, mira al futuro e impulsa un negocio. Ése ha sido mi caso. Mi padre emprendió un proyecto y mi madre siempre lo apoyó, le mostró fortaleza, seguridad y confianza en lo que él hacía”, explica esta empresaria, que recuerda haber experimentado desde pequeña estas sensaciones, así como haber recibido valores como honestidad, generosidad y valentía que le han permitido llegar hasta donde está hoy en día.

Vectores estratégicos

Sobre esta base construyó su trayectoria profesional, en la que ha conjugado riesgo y prudencia, talento y experiencia, confianza y audacia, tesón y paciencia y respeto “y, sobre todo, mucho esfuerzo”. El resultado es una compañía que orienta su plan comercial de expansión y diversificación hacia 3 vectores estratégicos, como son la construcción de obra industrial; la internacionalización, con presencia en Perú y Colombia; y la investigación, donde su mayor activo es el uso de la innovación como herramienta de mejora de gestión.

Desde que empezó a formar parte de Blasgon ha pasado 3 crisis nacionales, a la que hay que sumar “la sanitaria que aún estamos viviendo, que tendrá un alcance sin precedentes. Tenemos que estar muy atentos a los cambios y adaptarnos a lo que el mercado demanda. Fijarnos siempre en las mejores empresas y unirnos para ser más fuertes”, apunta Maribel.

Su vinculación al sector va más allá de su pertenecía al negocio familiar. Así, en el año 1996 se unió al Consejo Directivo de la Cámara de Contratistas de Castilla y León. 4 años más tarde ostentó el cargo de vicepresidenta y ya en 2004 alcanzó la Presidencia de la entidad, puesto en el que estuvo hasta 2012.

Además, desde 2008 es miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera (Asemar) y entre 2016 y 2018 integró el cuerpo directivo de la asociación Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL). A estos se suman otros cargos como la vicepresidencia en la Asociación Nacional de Constructores (Ancop) o su presencia en el Consejo Directivo de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).

Más información en el número de mayo de Castilla y León Económica

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