Las escaleras son un elemento imprescindible para el acceso a las cubiertas, más en momentos como el actual, donde está proliferando la instalación de placas solares en estas superficies. No en vano, permiten llevar a cabo con total seguridad las tareas de mantenimiento de estos espacios y de los elementos que hay en ellos. “Son estructuras compatibles con todos los soportes verticales, independientemente del material en el que están construidos, con anclajes de todo tipo para adaptarse a cualquier material de la fachada. Es una buena inversión que aporta accesibilidad inmediata y sin condicionantes”, explica Jorge Bermejo, CEO de Norteña, que está inmersa en reforzar esta línea de negocio.
Mayor seguridad
Entre las ventajas que aporta, señala la mayor seguridad en el acceso a cubiertas, para la que esta empresa burgalesa entrega todos los certificados; la gran durabilidad por la calidad de los materiales empleados en ella, principalmente aluminio y acero inoxidable; así como por el ahorro de costes en el medio y largo plazo respecto a las plataformas elevadoras. “Para tener una inmejorable resistencia a la intemperie en una cubierta no hay otra opción que utilizar los mejores materiales, y eso es lo que hacemos en Norteña. Por ello las escaleras que instalamos son de la gama más alta dentro de cada fabricante”, puntualiza. Dentro de este capítulo se encuentran también las escaleras de paso o pasarelas, muy habituales en fábricas industriales, que albergan un gran número de instalaciones, “sobre todo de climatización, lo que provoca tener que salvar grandes conductos que dificultan la movilidad por la cubierta”.
Precisamente, Norteña ha impulsado su área de seguridad pasiva en cubiertas, una división que se suma a las de impermeabilización y Covercare. De esta forma, la compañía ofrece dentro de este apartado un amplio abanico de servicios como líneas de vida, puntos de anclaje, las propias escaleras de acceso, barandillas autoportantes, protección de lucernarios y revisiones anuales de todos ellos. “Las empresas están cada vez más mentalizadas sobre la importancia de invertir en seguridad y tener líneas de vida o barandillas en cubiertas, escaleras de acceso y algunos puntos interiores donde puede ser necesario, de modo que todo el trabajo que se haga a más de dos metros de altura esté asegurado para que el operario que lo lleva a cabo no se exponga a ningún riesgo”, asegura Bermejo.
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