Ya no se trataba de un prototipo de salón para llamar la atención, sino que estábamos al volante de la versión casi definitiva de la berlina eléctrica de Renault, que se pondrá a la venta en nuestro mercado en el primer semestre del 2011. Y decimos casi pues la carrocería era la misma del Fluence con motor térmico (4,62 metros de longitud), mientras que la de serie del ZE tendrá un mayor voladizo trasero para alojar la batería y al tiempo conservar un volumen de maletero aceptable; medirá en total 4,75 metros. La batería de ión-litio, que pesa 250 kilos, asegura una autonomía de 160 kilómetros. Según el fabricante, no necesita mantenimiento, conserva entre el 80% y el 100% de su capacidad durante seis años y cuenta con una garantía de diez años o 200.000 kilómetros.
En el Fluence ZE, las suspensiones y las ayudas electrónicas están adaptadas al importante par y menor peso del motor eléctrico situado en la parte delantera. Igualmente adopta neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Este motor eléctrico desarrolla una potencia de 70 Kw, es decir, 95 cv, y un par de 226 Nm. Frente a nosotros tenemos la instrumentación, el velocímetro en el centro, a la izquierda un indicador del nivel de carga de la batería y a la derecha otro que nos informa sobre el consumo instantáneo.
Giramos la llave de contacto y no se escucha nada. Ponemos la palanca que tenemos a nuestra derecha -semejante a la de un cambio automático- en la posición D (tiene tres: D-Directa, R-Marcha atrás y N-Neutra), pisamos el acelerador y el ZE sale lanzado hacia delante con energía, y es que el par máximo de 226 Nm está disponible de inmediato. La conducción resulta muy dinámica, incluso con cuatro ocupantes adultos y la climatización en marcha y además con un silencio absoluto. No hemos podido supera los 90 km/h por las condiciones del tráfico urbano (calles y rondas), pero la velocidad máxima, autolimitada a 135 km/h, parece que se puede alcanzar con facilidad. Y al levantar el pie del acelerador la retención es muy importante; hay situaciones en que apenas es necesario tocar el freno. Durante esos momentos de retención el motor hace de generador y carga la batería.
La pregunta de inmediato que salta es la de la autonomía. En el caso del Fluence ZE que conducimos está en 160 kilómetros. Para recargarlo podemos recurrir a tres sistemas. El primero es una toma de corriente convencional de 220 Voltios y 10 A o 16 A: tiempo estimado entre seis y ocho horas. El segundo son puntos de recarga rápida de 400 Voltios: en 30 minutos se completaría un 80% de la carga. En el precio de compra del coche se incluirá el de la conexión que necesite el cliente, bien en su casa o en el lugar de trabajo. El tercer sistema de recarga es, en realidad, de sustitución, donde en estaciones de servicio preparadas se podrán sustituir las baterías en tres minutos.
La segunda pregunta que nos hacemos es el precio, del coche y de las baterías. Los responsables de Renault afirman que su intención es que el coste de adquisición, de uso y de mantenimiento del Fluence ZE sea incluso inferior al de la versión diésel de 105 cv. Para ello a la hora de la compra del vehículo se cuenta con las ayudas gubernamentales (hasta 6.000 euros en España) y en segundo lugar las baterías (que son caras) no se comprarían, sino que se utilizarían en régimen de leasing. La previsión es que, como resultado final, 100 kilómetros recorridos en el Fluence ZE costarán en torno a seis euros menos que en el Fluence diésel.
Santiago de Garnica
La apuesta de Renault por el fluence pero ni la decima parte en lo que ha apostado por el Renault Twizy (medios de comunicación, marketing, etc )y el tiempo dira si han acertado, pero yo veo mas viable mayor numero de ventas en el flunce que en el twizy
Al menos esa es mi opinión y la del equipo de redación de http://www.infococheselectricos.es