Los Consejos de la Juventud de Castilla y León y de España presentaron este lunes en la sede del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León los datos del Observatorio de Emancipación de Castilla y León correspondientes al primer semestre de 2024, que tiene como objetivo analizar, desde una perspectiva cuantitativa y descriptiva, la situación de las personas jóvenes de Castilla y León en lo que respecta a empleo, educación y vivienda. Este estudio es el único a nivel autonómico que permite conocer la realidad de la juventud de la región y entender las tendencias y desafíos a los que se enfrenta.
En el primer semestre de 2024, la tasa de emancipación en Castilla y León se mantuvo por debajo de la media nacional y se situó en un 14,4%, lo que supone un leve descenso en comparación con el año anterior. Esta cifra refleja una dinámica de emancipación sostenida, pero limitada en el tiempo.
Alquiler de viviendas
Teniendo en cuenta el régimen de tenencia de las viviendas, la forma más habitual entre las personas jóvenes para emanciparse en Castilla y León fue el alquiler. El coste medio del alquiler se situaba en 656 euros mensuales, lo que supone un incremento del 7,9% respecto al año anterior. Aunque el salario mediano ascendió a 13.683,40 euros netos anuales (1.140,28 euros netos mensuales) en comparación con 2023, una persona joven tenía que destinar de media el 57,5% de sus ingresos mensuales para alquilar una vivienda. Esta proporción se elevaba hasta el 104,3% en el caso del grupo de edad de 16 a 24 años.
Estas cifras reflejan una clara falta de correspondencia entre ingresos y precios de mercado. Como alternativa, el alquiler de una habitación en piso compartido presentaba costes más accesibles. En las capitales de provincia, los precios oscilaban entre 220 y 300 euros, lo que suponía un esfuerzo de entre el 19% y el 26,3% de los ingresos mensuales de una persona joven. Aun así, este tipo de alojamiento también muestra una tendencia al alza, con incrementos generalizados en la mayoría de provincias
Por otro lado, la pobreza juvenil afectaba al 26,5% de la población de Castilla y León en el primer semestre de 2024, especialmente a las mujeres, que percibían un salario anual 1.683 euros inferior al de los hombres. Llama la atención que el hecho de estar trabajando no implicaba salir de esta situación de vulnerabilidad, puesto que el 14,9% de la juventud empleada en Castilla y León también se encontraba en riesgo de pobreza.
Trabajo y estudios
Francisco Javier Muñoz, secretario y responsable del Área Socioeconómica y de Derechos Humanos del Consejo de la Juventud de España, destacó que el 31,4% de las personas jóvenes compaginaba el trabajo con los estudios, lo que demuestra que disponer de un empleo no garantiza la posibilidad de independizarse.
Por su parte, Enrique Cabero Morán, presidente del CES de Castilla y León, subrayó la importancia de actuar en favor de la juventud, especialmente en una sociedad longeva como la de Castilla y León, y señaló que invertir en la emancipación juvenil contribuirá a mejorar tanto la situación demográfica como socioeconómica de la comunidad.
Sandra Ámez, presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, advirtió: “emanciparse en Castilla y León continúa siendo una posibilidad remota”. Asimismo, reconoció la complejidad de regular los precios de la vivienda, por lo que propuso la creación de mecanismos de garantía pública que aseguren que ninguna persona joven deba destinar más del 30% de sus ingresos al acceso a una vivienda y finalizó su intervención recordando que la emancipación “no debería ser un privilegio, sino un derecho social”.
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