El único 2 estrellas Michelin de La Rioja

Por: Luisa Alcalde, socia fundadora de Castilla y León Económica
Apego al territorio, dominio de la técnica y excelsa despensa, sobre todo hortelana, lucen en el Portal de Echaurren
Sibaritas.

Con vistas al templo de origen gótico Santa María La Mayor, en una antigua casa de postas erigida en el siglo XVII, se ubica el Hotel Gastronómico Echaurren, con su mayor aliciente: el Portal de Echaurren, el único restaurante con 2 estrellas Michelin de La Rioja y 3 soles Repsol. Su chef Francis Paniego ha sabido actualizar la cocina tradicional heredada de su madre Marisa Sánchez, premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Jefa de Cocina en 1987 y Medalla al Mérito del Trabajo en 2008. El recetario materno sigue vigente en el Restaurante Tradición, que también se puede disfrutar en esta casa centenaria regentada desde sus inicios por la misma familia, que en la actualidad ocupa la quinta generación.

Con esa modernización del acervo culinario, Paniego ha seducido los paladares de los amantes de la buena gastronomía que viajan a la pequeña localidad de Ezcaray para saborear platos con identidad propia, donde prima la cercanía y el territorio.

2 menús

En un restaurante sencillo y funcional, que se consigue con la mezcla de los espacios blancos y la madera, ejecutado por el estudio de arquitectura madrileño Picado de Blas, se ofrecen 2 menús, uno corto, denominado Menú Turza, y otro largo, Usaya, con aperitivos comunes que se sirven en un breve recorrido por el salón de la galería frente a la iglesia y por la barra que precede al comedor. El entorno omnipresente se percibe ya en estos primeros platillos, bautizados con sugerentes nombres como Nuestro vino de bosque, La pradera de alta montaña, El hayedo, El río Oja o La huerta, y que juegan con productos locales, como el mosto de uva, el pimiento choricero o la trucha.

En la vajilla artesana de la artista local Luba Cerámica se degusta en la barra el Huevo relleno, muselina y helado de mostaza, de untuosa textura y sabor selecto y Nuestra croqueta, un guiño al legado de la matriarca. Los regalos de la fértil tierra de La Rioja protagonizan la secuencia Territorio, en la que el discurso propio de Francis se hace más patente con fondos bien ejecutados y sutiles toques ahumados, en platos memorables, como la Alcachofa melosa y caldo de botarga, elaborado a base de huevas de merluza que consigue una salsa semejante al pil pil, donde los sabores ensamblan a la perfección; y las Yemas, toffe y nieve de espárragos, una golosina por su dulzor y el toque crujiente del propio espárrago y de la almendra espolvoreada. Sin olvidar el Guisante y callos de bacalao, otra acertada combinación, o el Cardo, almendras y jamón, todos productos de temporada de cultivos ecológicos.

Secuencia Memoria

La secuencia Memoria persigue evocar el recuerdo de sabores familiares, sobre todo en la Merluza Marta, renombrada así en honor a la hija de Marisa Sánchez y reservada para ocasiones especiales, y de delicado paladar y finura en sus lascas. En Sardina con montera y Ciervo, queso Tondeluna, uvas y setas, la intensidad sápida también resulta común a sensibilidades ibéricas.

El juego de contrastes se cuela en los postres en forma de Berenjena, levadura tostada y ron y en Pimiento asado y relleno de chocolate, donde el huerto vuelve a estar presente y aleja el aroma empalagoso con toques herbales. Para finalizar, los Petit Fours recrean el bosque bajo con divertidos trampantojos: Teja de chocolate y barquillo, Gominola de vino tinto, Hojas de manzana asada, Algodón de azúcar, Torreznos empanizados y Musgo de Te Matcha y tomillo. Para el recuerdo, queda una especie de guía en forma de tarjetones de colores que conduce al comensal en este viaje gastronómico con una explicación detallada de cada plato, la vajilla y la cercanía al territorio. La bodega, de la mano del hermano de Francis y jefe de sala, Chefe, es una muestra interesante con algunos vetustos tesoros de esta tierra riojana.

De izquierda a derecha, Restaurante El Portal de Echaurren y habitación del hotel gastronómico acogido a la cadena Relais & Châteaux y con vistas a la Iglesia Parroquial Santa María La Mayor, del siglo XV.

Para reposar esta completa experiencia culinaria, el Hotel Echaurren es una magnifica opción por su hospitalidad y confortabilidad, lograda gracias a la rehabilitación de esta casa centenaria de la mano del estudio Picado de Blas. Detalles cuidados, líneas depuradas y diseño al estilo nórdico, con toques de artesanía local como las fabulosas mantas de Ezcaray, caracterizan este establecimiento perteneciente al sello Relais & Chateaux. El hotel ofrece parking, gimnasio y otros 2 espacios gastronómicos, además de El Portal de Echaurren y el restaurante Tradición, donde degustar una comida más informal como en Bistró El Cuartito, y en Tapas Bar, en el salón de la chimenea.

Real Fábrica de Paños

Protegida por la sierra de la Demanda, la localidad de Ezcaray es famosa por la estación de esquí de Valdezcaray, pero también es apreciada por las rutas de senderismo, sus casonas solariegas y la Real Fábrica de Paños fundada por el Marqués de la Ensenada en 1752, donde se tejen las famosas mantas de Mohair. Desde el hotel también pueden gestionar paseos en globo y reservas en Rioja Alta Golf, entre otras actividades.

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