Las empresas familiares de Castilla y León apuestan por un modelo económico basado en la visión de largo plazo, el comportamiento ético y la cultura del esfuerzo. Así lo constata un informe elaborado por EFCL para conocer cuáles son los valores a los que sus asociados -un centenar de las principales compañías de la región- conceden una mayor importancia.
La gran mayoría de los responsables de negocios con apellido tiene claro que el principal pilar que rige la actividad de su empresa es su vocación por el largo plazo, aspecto votado con 8,41 puntos sobre 10; seguido de cerca por la consideración del comportamiento ético de la empresa como innegociable (8,32 puntos).
Estos empresarios también otorgan una gran importancia a conservar la reputación familiar, dado que incide positivamente en la responsabilidad de la firma (7.86 puntos), y estiman prioritario que los valores fundacionales de la compañía sigan se transmitan de generación en generación (7.74 puntos). Gran parte de estos negocios entiende, por otra parte, que el propósito de su empresa va más allá del mero hecho de ganar dinero y que el liderazgo familiar es un punto que incide positivamente en la responsabilidad corporativa (7.74 puntos).
Estabilidad en el empleo
Del mismo modo afirman que el rigor, calidad profesional y el trato humano, ya sea entre de los propios empleados y colaboradores como con el resto de proveedores y clientes, están fuertemente arraigados en la empresa.
Otro punto importante del estudio de EFCL es la nota que los empresarios otorgan a la estabilidad en el empleo (7,45 puntos), lo que refleja la idea de que las sagas familiares pretenden, principalmente, dotar de gran estabilidad a su plantilla.
La cautela y la prudencia en las decisiones son, junto con la cultura del esfuerzo, la austeridad y la apertura tanto al mercado como a la sociedad, otros valores que las empresas familiares tienen en cuenta, con una puntuación superior al 7. Una nota similar reciben aspectos como el espíritu emprendedor y la comunicación interna en la empresa, si bien los propios empresarios reconocen que deberían ser mayores.
Otros valores a los que los responsables de estos negocios otorgan relevancia son la autocrítica, la capacidad de anticipación y la adaptación a los cambios, que en todos los casos obtienen una calificación por encima de los 6 puntos.
Estrategias por escrito
El estudio también ha permitido conocer que el 54% de estas compañías dispone de un documento que refleja los valores familiares de la empresa y que el 38% tiene un código ético o de conducta sobre las prácticas de gestión y sus compromisos con sus grupos de interés.
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