Fundada en 1957, Bodegas Vilano dispone de más de 275 hectáreas de viñedos en Pedrosa del Duero (Burgos). La cooperativa apuesta por las últimas tecnologías y cuenta con una visión innovadora para crear vinos únicos que están conquistando paladares a nivel internacional, con el respaldo de 67 socios y un equipo de 26 empleados.
En la actualidad, acaba de lanzar Vilano 57, un vino trivarietal de la cosecha de 2021, elaborado con una cuidada crianza en barricas de roble de tonelerías francesas seleccionadas. Esta edición especial conmemora el año de fundación de la bodega y está teniendo una gran acogida en el mercado, lo que consolida su apuesta por la excelencia. Además, la cooperativa vinícola trabaja en el desarrollo de nuevos vinos de alto valor, que reforzarán su presencia tanto en la Denominación de Origen Ribera del Duero como en otras zonas vinícolas.
“En Vilano trabajamos constantemente para sorprender al mercado con la mayor calidad y excelencia, siguiendo la tradición de los fundadores y utilizando los mejores avances tecnológicos, tanto en los vinos consolidados de la bodega como con nuevas creaciones que se adaptan a las tendencias de mercado e incluso se adelantan. Con esta filosofía, estamos preparando el lanzamiento y desarrollo comercial de nuevos vinos en la D.O. Ribera del Duero, así como otros tintos y blancos fuera de esta denominación”, avanza Desiderio Sastre, director general de la cooperativa.
Inversiones
Entre las inversiones realizadas recientemente, sobresale la ampliación de la bodega, la adquisición de maquinaria de última tecnología, la renovación del parque de barricas de tonelerías seleccionadas y la implantación de nuevas tecnologías.
“El sector del vino, especialmente los tintos y la comercialización con D.O. Ribera del Duero, se enfrenta a un estancamiento en el consumo, acentuado por restricciones cada vez mayores al alcohol. Paradójicamente, el vino es un producto de fermentación natural, legalmente reconocido como parte esencial de la dieta mediterránea”, comenta Sastre, quien añade que entre los factores que impactan esta situación se encuentran la creciente desconexión generacional con el consumo de vino entre los jóvenes, así como la crisis e inestabilidad económica a nivel internacional por los aranceles aprobados por la Administración Trump en EE UU.
Sin embargo, el director general de Vilano apunta que existen oportunidades significativas y detalla: “la capacidad de adaptación del sector a las nuevas dinámicas de mercado y las expectativas de recuperación económica global pueden impulsar proyectos de inversión y fomentar estrategias innovadoras para atraer a nuevas generaciones de consumidores”.
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