BBVA Research percibe que el contexto actual es de un crecimiento relativamente elevado de la economía española, con perspectivas positivas, gracias en buena parte a la capacidad de generación de empleo y a la demanda interna. En el informe Situación España de diciembre de 2025, el servicio de estudios del Grupo BBVA prevé que el crecimiento del PIB se sitúe en el 2,9% en 2025 (1 décima menos que la previsión de octubre), en el 2,4% en 2026 (1 décima más que la previsión anterior) y en el 2% en 2027. Los economistas prevén que la fuerza de trabajo seguirá aumentando, en parte gracias a la inmigración, lo que permitirá que se creen casi 1 millón de empleos hasta 2027, a razón de 480.000 puestos de trabajo en promedio anual durante los próximos 2 años.
La entidad espera que el incremento promedio del PIB este año se sitúe en el 2,9%, significativamente por encima de la media de los últimos 30 años (un 2,1%) y del crecimiento de la Eurozona (un 1,4%). 2025 marca el regreso de la demanda interna como motor del crecimiento, frente a contribuciones negativas de la demanda externa, toda vez que el consumo de no residentes modera su avance y que las importaciones responden a la mejora del consumo de los hogares y de la inversión. Esto, a pesar de la fortaleza de las exportaciones de servicios y del aumento contenido del consumo público. Finalmente, la recuperación ha sido intensiva en la creación de empleo, lo que explica la casi totalidad del incremento en la producción.
Los economistas estiman que el crecimiento en el cuarto trimestre de 2025 podría situarse alrededor del 0,7%, algo por encima de lo observado en el tercer trimestre del año, con una composición de la demanda más equilibrada. BBVA Research ha rebajado 1 décima el crecimiento promedio del PIB para 2025, lo que se explica por un avance menor de lo previsto en el tercer trimestre (un 0,6% frente a una previsión del 0,7%). Sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social hasta la fecha apunta a una mayor creación de empleo en la última parte del año y se espera que la contribución de la demanda interna al crecimiento continúe siendo positiva este trimestre.
“Los avances en el consumo (tanto público como privado) y la inversión el pasado trimestre parecen atípicamente elevados y, dada la información conocida hasta el momento, se espera una moderación”, apunta el informe. Por su parte, la contribución de la demanda externa debería ser menos negativa, como consecuencia de una menor caída en las exportaciones de bienes y de un avance de las importaciones inferior al observado en el tercer trimestre.
De cara al futuro, los economistas estiman que la expansión continuará en 2026 y 2027, con un crecimiento del 2,4% y el 2%, respectivamente. De un lado, las exportaciones de servicios tienen espacio para mantener un crecimiento relativamente elevado en 2026 y 2027 (un 3,3% y un 3,2%, respectivamente). De otro, la fuerza de trabajo seguirá aumentando, en parte gracias a la inmigración, lo que permitirá que se creen alrededor de 480.000 puestos de trabajo en promedio anual durante los próximos 2 años. Se espera que la población activa aumente en torno a 400.000 personas, tanto en 2026 como en 2027, en línea con lo observado en 2025. A esto contribuye, en cierta medida, el incremento cíclico que se está observando en la tasa de participación de los trabajadores españoles. Sin embargo, buena parte del impulso se explica por el incremento en la población de nacionalidad extranjera.
Precio de la energía
El precio de la energía es otro factor que contribuirá positivamente al crecimiento. “El coste del combustible y de la electricidad permanecerá relativamente bajo, contribuyendo a la competitividad de las empresas y a la recuperación del poder adquisitivo de los hogares”, señalan los economistas, que destacan que las expectativas de inversión en el sector eléctrico, sobre todo de generación de energía con fuentes renovables, explican que se prevean nuevas caídas durante los próximos años. Estas tendencias son especialmente favorables para los sectores exportadores e intensivos en el uso de energía.
Las previsiones de BBVA Research apuntan a una tendencia de lento descenso de la inflación (del 2,5% y del 2,2% en 2026 y 2027, respectivamente), lo que facilitará la recuperación del poder adquisitivo de los salarios. La progresiva mejora de la renta disponible de los hogares (un 2,4% y 1,9% en términos reales, en 2026 y 2027, respectivamente) apoyará la recuperación del consumo privado (un 2,9% y un 2,0%, respectivamente). A esto contribuirá el crecimiento de las rentas laborales, que avanzan principalmente por el incremento de la creación de empleo, pero también como consecuencia de la progresiva recuperación de los salarios.
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