La apuesta por la innovación y la internacionalización sigue dando réditos al Grupo Matarromera, que en 2011 creció casi un 14% hasta situar su cifra de negocio en 15,4 millones de euros. La expansión durante el pasado ejercicio se sustentó en sus 3 principales líneas de negocio. Por un lado, los vinos convencionales, con un aumento cercano al 12%; los sin alcohol, con un alza del 82%; y la aportación por vez primera de los productos de cosmética Esdor, incorporados a la gama de referencias del holding presidido por Carlos Moro, que aportaron una facturación de 400.000 euros en su primer año de actividad.
Los vinos convencionales acapararon más del 90% del volumen de negocio, con 14 millones de euros. Tras la ambiciosa apuesta en la línea Eminazero, su facturación alcanzó los 600.000 euros, con un repunte en la comercialización desde la puesta en marcha de la planta de deconstrucción de vino en Valbuena de Duero (Valladolid) el pasado mes de julio, que permite la producción de 9 millones de litros.
Las ventas en el mercado nacional supusieron el 71% del total, con un aumento del 8%, gracias, en buena medida al alza del 96% del vino sin alcohol, que representa una apuesta estratégica del grupo por su potencial de crecimiento.
Negocio internacional
Por su parte, las exportaciones crecieron un 41,5% y ya acaparan un 30% del total del grupo. Matarromera tiene presencia en medio centenar de países. Fuera de las fronteras españolas, las ventas en la gama de vinos convencionales creció un 41% y la de sin alcohol un 58%. En los últimos años la compañía se ha implantado en numerosos países europeos, latinoamericanos y africanos, y ha abierto sus 2 primeras filiales en Nueva York (E UU) y Shanghai (China).
A este hecho se ha unido la alianza con Bodegas Hidalgo para entrar con participación accionarial en su filial de Filipinas y se estudian otras alianzas en Rusia, Brasil y Europa del Este con otras empresas para adquirir otras plataformas donde Matarromera no está presente, para poder comercializar de forma inmediata.
El Grupo Matarromera ha cuadruplicado su tamaño en la última década. Desde 2007, el crecimiento ha sido de un 22%, una cifra fraguada en los años de crisis económica.
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