La apuesta de Matarromera por la sostenibilidad y la eficiencia energética no es fruto del boom que viven estás áreas en los últimos años. Viene de largo, del convencimiento de Carlos Moro, presidente del holding, de que la elaboración de vinos debe ser respetuosa con el medio ambiente.
Buena prueba de esa estrategia es el proyecto Matarromera Sostenible en Planeta Tierra, que dio comienzo en 2005 y se prolongará hasta 2015, con 20 medidas como la disminución de su dependencia energética, el cálculo de la huella de carbono, el tratamiento sistematizado de residuos, el aprovechamiento de subproductos, la producción ecológica y los proyectos de I+D+i medioambientales, que le han hecho merecedor del Premio Europeo de Medio Ambiente en su sección española en el ámbito de las pymes, concedido por la Fundación Entorno y que entregaron los Príncipes de Asturias el pasado 8 de marzo.
Inversión
En este período, la compañía invertirá 7,3 millones de euros y sus principales retos son la reducción del consumo de agua, energía y emisiones por unidad de producto hasta un 40%; implantación de ecodiseños para reducir el consumo de materiales; sustitución progresiva de sistemas de iluminación tradicional por leds; fomentar el uso de energías renovables, como solar, biomasa y eólica; mejorar la ecoeficiencia de las instalaciones y desarrollar nuevos proyectos de I+D+i medioambiental, entre otros.
Asimismo, Matarromera es la primera bodega española con certificación Aenor de su huella de carbono, realizada sobre tres vinos diferentes con el objetivo de cuantificar el CO2 emitido e intentar reducirlo en futuras añadas. La sede del grupo, el Centro de Interpretación Vitivinícola Emina, en Valbuena de Duero (Valladolid), es el primer centro integral de desarrollo sostenible del sector vinícola, al autoabastecerse energéticamente, además de ser ejemplo de construcción eficiente.
I+D+i
La compañía siempre ha estado a la vanguardia en el ámbito de la I+D+i, que también aplica al campo medioambiental, al liderar el consorcio Cenit Demeter para determinar nuevos métodos de producción frente al cambio climático en la uva verdejo. Matarromera ha invertido 2,8 millones de euros en este proyecto, en el que participa con 26 empresas vinculadas al sector vinícola. Otra iniciativa en la que toma parte con bodegas europeas de primer nivel es Life Haprowine, cuyo objetivo es encontrar el equilibrio entre sostenibilidad e innovación en esta actividad y promover el reciclado de residuos, fomentar el empleo de recursos naturales y favorecer una mejor huella ecológica.
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