La Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) -también conocida como banco malo– dividirá sus activos en paquetes y proporcionará ventajas fiscales con tipos similares a los de las sociedades de inversión colectiva para atraer inversores institucionales y profesionales cuya definición irá en función de la demanda.
“Para facilitar la entrada de inversores institucionales en lo que serían activos específicos como lo que es en posibles activos concretos en los que puedan tener interés diferencial, crearemos fondos fiduciarios en los que tendremos diferentes tipos de activos por su naturaleza y que se dirigirán también a inversores profesionales”, adelantó Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este jueves.
“Atractivos fiscales”
De Guindos precisó que también se ha definido el régimen fiscal de la sociedad a través de la inclusión de una enmienda en el Real Decreto en la que consta la exención del impuesto de transmisiones patrimoniales desde las entidades a la Sareb y de ésta a los fondos. Además, se ha incluido la no sujeción de la plusvalía originada en las citadas transmisiones al impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.
El ministro reconoció que la obligación de conseguir la desinversión por parte del Estado en estos activos ha hecho necesario dotar de “atractivo fiscal” a los fondos, por lo que su régimen fiscal será similar al de las sociedades de inversión colectiva. Asimismo, se ha añadido una exención del arancel notarial.
Dirigentes
Este mismo jueves, Belén Romana, ex directora general del Tesoro, fue nombrada presidenta del banco malo, mientras que Walter de Luna, ex director general en España y Portugal de ING Real State Finance, ejercerá de director general de la sociedad, informó el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Europa Press / Castilla y León Económica