Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estiman que la amnistía fiscal puesta en marcha en junio apenas ha reportado a la Agencia Tributaria el 6% de la recaudación prevista inicialmente en 2.500 millones de euros, lo que se traduce en unos ingresos máximos de 149,6 millones de euros hasta octubre, justo un mes antes de la finalización de esta medida excepcional.
Con los últimos datos del ‘Informe mensual de recaudación tributaria’, el colectivo considera que es “misión casi imposible” cumplir las expectativas iniciales. En cambio, la iniciativa ha tenido un “efecto negativo en otros ingresos tributarios”, que ha provocado una disminución del 20% de la recaudación inducida que engloba las declaraciones voluntarias presentadas fuera de plazo para evitar sanciones.
Mínima eficacia
Gestha considera que esta regulación fiscal no es más que una expresión eufemística que posibilita “enjuagar grandes fraudes a precios de saldo” y, que, como ya sucedió en las anteriores amnistías realizadas en la democracia, “no sirve para reducir el fraude fiscal, especialmente de las grandes fortunas y corporaciones empresariales, que son responsables del 71,7% de la evasión tributaria total”.
En su opinión, para reducir la economía sumergida sería preciso “aplicar la ley a quien defrauda sin excepciones”, además de “reorganizar en profundidad el Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria” y “perseguir el fraude de las multinacionales y grandes compañías, en vez de concentrar el 80% de los recursos en investigar a autónomos, microempresas, pymes y asalariados”.
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