Renata López Prada (Zamora, 1972), directora de Esla Centros de Formación, es desde el pasado mes de diciembre presidenta de la Asociación de Jóvenes Emprendedores (AJE) de Castilla y León. Tras seis años como coordinadora de Proyectos Europeos del Ayuntamiento de Zamora, en 2002 creó su propio negocio, que en la actualidad cuenta con cuatro centros, registra una facturación de 1,5 millones de euros y genera 40 puestos de trabajo. Su objetivo en la asociación “es promover la creación de empresas entre los jóvenes, fomentar el autoempleo como solución al desempleo y procurar que todas las personas que no encuentran trabajo valoren la opción empresarial como una salida laboral más. Que los jóvenes de nuestra comunidad autónoma dejen de hacer currículos y cartas de presentación y empiecen a elaborar planes de empresa”.
Asegura que la crisis afecta a todos los ámbitos empresariales, aunque “los jóvenes suelen crear empresas muy innovadoras, dinámicas y novedosas, utilizan nichos de mercado emergentes y aprovechan oportunidades en ámbitos como I+D y la tecnología más avanzada, pero a veces la escasa cuota de mercado, la fuerte caída del consumo y la falta de financiación provoca fracasos que en momentos de expansión económica no ocurrirían. Creo que el mayor problema de los jóvenes en este momento es emprender en un país en el que hay poca confianza y con grandes dificultades de acceso al crédito”.
Medidas más urgentes
Para la presidenta de AJE Castilla y León, las medidas más urgentes para los jóvenes emprendedores son “la reducción de las cuotas de Seguridad Social para trabajadores autónomos debe ser una prioridad. Desde nuestra confederación se lidera la campaña Autónomos por 50 euros porque no puede ser que darse de alta como autónomo tenga un coste de 250 euros al menos durante los dos o tres primeros años. En países como Reino Unido, la cuota es de doce euros si la facturación es inferior a 6.000 euros. Hay que estudiar modelos como el holandés, el alemán y el francés y crear algo nuevo pensado para los jóvenes. Eso ayudaría a aflorar mucha economía sumergida. No deseamos subvenciones a la creación de empresas, preferimos reducción de costes de inicio de actividad. Otro obstáculo importante son las licencias. Debe firmarse un pacto de Estado para unificar los trámites y plazos en todos los ayuntamientos. De esta forma, no se estaría a expensas de criterios dispares y poco funcionales. La creación de un negocio debe ser tan inmediato como el alta en cualquier impuesto y actualmente no es así”.
Principales problemas
Respecto a los principales problemas que afectan a los jóvenes empresarios, destaca “la falta de financiación; trámites administrativos largos y complejos, sobre todo cuando existe un local que requiere acondicionamiento; un sistema fiscal que no diferencia entre empresa de nueva creación y joven; y altas cuotas de la Seguridad Social en los primeros años de actividad. Además, la falta de apoyo social a los emprendedores provoca que muchas ideas se queden en un bonito sueño que nadie se atreve a materializar”.
Más información en el número de enero de la revista Castilla y León Económica.