El Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada (IOBA), dependiente de la Universidad de Valladolid, trabaja en ampliar su cartera de proyectos para diversificar sus fuentes de financiación y paliar el recorte experimentado en las partidas públicas, estimado en un 40%.
En la actualidad, desarrolla una iniciativa sobre terapia celular respaldada por la farmacéutica Ferrer y está en negociaciones para obtener otra de ámbito internacional dentro de este mismo campo en colaboración con una empresa española.
Además, recientemente le ha sido concedida una Acción Marie Curie de la Unión Europea y estudia llevar a cabo junto a una compañía de Boston (EE UU) un ensayo clínico en la segunda fase que puede suponer la transferencia efectiva de su conocimiento a la fabricación de herramientas diagnósticas.
Investigación
“La investigación es la columna vertebral de nuestro centro y su pauta diferenciadora. Pretendemos diseñar las bases de una oftalmología y una optometría de la más alta calidad al hacer que las actividades asistenciales deriven directamente en la investigación clínica y que la investigación aplicada se proyecte permanentemente sobre el paciente”, destaca José Carlos Pastor Jimeno, director del IOBA -que ingresa al año alrededor de cuatro millones de euros y emplea a 90 personas- y catedrático de Oftalmología de la Universidad de Valladolid.
La relación del IOBA con el sector empresarial es muy estrecha. Así, coopera con Allergan, tanto con la filial española como con su central en California (EE UU), con la que desarrolló el programa de estudio de la inflamación de la superficie ocular. También colabora con Abbot, Bioftalmik, AJL Ophtalmic, ProRetina, Pfizer y Lilly. Contribuyó a constituir la primera spin off de la Universidad de Valladolid, Visión I+D; y ha fundado la sociedad e-Diagnostic Oftalmología, centrada en telemedicina.
Más información en el número de agosto de la revista Castilla y León Económica