Grupo Norte anunció este miércoles su solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores “en un intento de dar viabilidad a la empresa”. Son varios los factores que han determinado la necesidad de adoptar esta decisión, según explican los responsables de la compañía. Por un lado, la situación del sector servicios en el que opera, “con una incesante contracción de los márgenes en los últimos años”. Por otro, la fuerte caída de la actividad derivada de los efectos de la pandemia y que ha provocado un impacto continuado en los ingresos.
Pese a estas dificultades, el grupo mantenía la viabilidad gracias al desarrollo del Plan Estratégico de Negocio 2018-21, elaborado junto a la consultora Ernst & Young y con el visto bueno de las entidades financieras colaboradoras. Esa hoja de ruta recogía desinversiones de diversos activos, que se han ido ejecutando, para garantizar la liquidez necesaria. Entre otras acciones, el verano pasado se culminó la venta de la división de Trabajo Temporal, Selección y Formación a la multinacional GiGroup.
Proteger la actividad empresarial
Sin embargo, y pese a los prolongados esfuerzos realizados, la actual situación hace imposible afrontar las obligaciones contraídas a corto plazo con las entidades financieras, así como cumplir con las obligaciones tributarias pendientes. Como consecuencia de todo ello, y en aras de proteger la actividad empresarial, mantener el empleo y no perjudicar los intereses de los trabajadores y afectados, se ha tomado la decisión de concurrir voluntariamente al concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil.
La situación concursal afecta a Grupo Norte AES y GN Soluciones de Seguridad, sociedades que prestan sus servicios en España. “Queremos, de manera especial, agradecer el esfuerzo profesional y personal de todos los trabajadores de Grupo Norte en estos difíciles momentos”, apuntan.
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