La Entidad Pública Empresarial Agua de Valladolid (Aquavall) ha iniciado una de las transformaciones más relevantes de su historia reciente gracias al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua, financiado por la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia promovido por el Gobierno de España y coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
Se trata de un programa que va más allá de la incorporación de nuevas tecnologías: “supone un cambio estructural en la forma de gestionar un recurso esencial y un servicio público crítico. Valladolid se convierte así en un ejemplo de cómo una ciudad puede aprovechar la financiación europea para consolidar un modelo de gestión más eficiente, sostenible y centrado en la calidad del servicio”, señalan en Aquavall.
El PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua establece requisitos que buscan garantizar el correcto uso de los fondos europeos y la trazabilidad de cada actuación. Entre ellos, la aplicación de soluciones digitales interoperables, reforzar la ciberseguridad y demostrar mejoras cuantificables en la eficiencia y sostenibilidad del servicio.
3 objetivos clave
En el caso de Aquavall, estos compromisos se han incorporado desde el diseño inicial del proyecto. La empresa municipal ha estructurado sus actuaciones de forma que todas ellas contribuyan a 3 objetivos clave: conocer mejor lo que ocurre en la red, optimizar los recursos y ofrecer más información y más capacidad de control al ciudadano. Un planteamiento coherente con la estrategia municipal para modernizar los servicios públicos mediante la innovación.
Una de las actuaciones más visibles del PERTE en Valladolid es la implantación de la telelectura, sistema que sustituye la lectura manual de contadores por dispositivos que transmiten datos de consumo prácticamente en tiempo real. La escala del proyecto -que alcanzará a la mayor parte del parque de contadores de la ciudad- permite hablar de un antes y un después en la gestión del consumo doméstico y comercial.
Beneficios de la telelectura
La telelectura aporta beneficios inmediatos: facturación más precisa, desaparición de lecturas estimadas, detección temprana de consumos anómalos y posibilidad de que cada usuario conozca su consumo con más detalle y antelación. Para Aquavall, supone además un salto estratégico al disponer de información detallada de la red que ayuda a detectar fugas, mejorar los balances hídricos y planificar con mayor precisión las inversiones necesarias.
El proyecto financiado por el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua incorpora una capa digital que abarca toda la red de abastecimiento y saneamiento. La instalación de sensores en captaciones, depósitos y redes permitirá monitorizar parámetros como caudal, presión y calidad del agua con una frecuencia y un nivel de detalle que hasta ahora no era posible. Esta información se integra en plataformas de análisis avanzado que utilizarán modelos hidráulicos y herramientas de inteligencia artificial para anticipar problemas, dimensionar infraestructuras y optimizar la operación diaria. La capacidad predictiva se convierte en elemento esencial para la sostenibilidad del servicio en un contexto marcado por sequías recurrentes y la necesidad de reducir pérdidas y consumos energéticos.
Calidad del servicio
Aunque buena parte de las actuaciones del PERTE afectan a procesos internos de la empresa, los ciudadanos percibirán de forma directa cambios en la calidad del servicio. La mejora en los tiempos de respuesta ante incidencias, la reducción de cortes inesperados y una mayor transparencia en el consumo son algunos de los impactos inmediatos.
A ello se suma el valor que aporta disponer de una red más eficiente: reducir fugas significa disminuir la extracción de recursos hídricos; optimizar la operación de bombeos implica menos consumo energético y menores emisiones; y planificar inversiones con datos precisos reduce costes y evita actuaciones innecesarias. En conjunto, el proyecto contribuye a reforzar la sostenibilidad ambiental y económica del ciclo urbano del agua en Valladolid.
Motor de modernización
La experiencia de Aquavall muestra cómo los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia pueden convertirse en motor real de modernización cuando existe planificación técnica, capacidad de gestión y una orientación clara hacia la eficiencia. La colaboración institucional -Unión Europea, Gobierno de España, MITECO y Ayuntamiento de Valladolid– permite que la financiación se traduzca en mejoras tangibles para la ciudadanía.
En un momento en el que la digitalización se ha convertido en un factor clave para la competitividad y la resiliencia de los servicios públicos, el proyecto de Aquavall sitúa a Valladolid en una posición destacada. La empresa municipal aprovecha la oportunidad que brindan los fondos NextGenerationEU para avanzar en un modelo de gestión más inteligente y preparado para los desafíos actuales y futuros.
Cambio cultural
El PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua no sólo financia tecnología, sino que también impulsa un cambio cultural en la forma de gestionar un recurso vital. Para Aquavall, este proyecto supone reforzar la calidad del servicio, anticiparse a los retos derivados del cambio climático y dotarse de herramientas para garantizar el abastecimiento y el saneamiento en las próximas décadas.
La modernización no es un fin en sí mismo, sino un medio para asegurar que Valladolid dispone de un ciclo del agua más seguro, eficiente y sostenible. Así, el PERTE permite acelerar un camino que, de otro modo, habría requerido más tiempo y más recursos propios.
Más información en el número de diciembre de la revista Castilla y León Económica