Cajaviva y el Colegio de Farmacéuticos de Burgos firmaron este lunes un convenio de colaboración que busca ofrecer servicios financieros especializados a este colectivo profesional de la provincia, donde se ubican 194 farmacias, de las que 89 se encuentran en zonas rurales. Ramón Sobremonte, director general de la cooperativa de crédito, puso el foco en que esta alianza supone “un paso fundamental para reforzar la sanidad de proximidad y apoyar la lucha contra la despoblación, especialmente en el entorno rural”.
La alianza sobresale por el apoyo de Cajaviva a la digitalización y profesionalización del sector, así como el respaldo al relevo generacional. En esta línea, el ejecutivo destacó la importancia de garantizar un “empleo cualificado en el medio rural”, al tiempo que señaló la necesidad de evitar el cierre de este tipo de establecimientos.
Cierres
Rodrigo Moral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Burgos, reflexionó sobre la crítica situación de las farmacias rurales, donde en los últimos meses se han producido varios cierres. Además hizo hincapié en que el problema no es sólo económico, “también es la falta de comprensión por parte de algunos municipios, que no valoran lo suficiente el trabajo del farmacéutico”. Al respecto, advirtió también sobre los elevados alquileres de los locales, que es otro factor que disuade a los profesionales a la hora de permanecer o instalarse en el medio rural.
Precisamente, Moral alertó sobre la actual regulación, que obliga a llevar a cabo guardias “excesivas“, especialmente nocturnas y de fin de semana en comarcas con muy baja demanda asistencial, “lo que convierte el ejercicio profesional en el medio rural en un sacrificio difícilmente asumible”, sobre todo para las nuevas generaciones, “que dan mucha importancia a disponer de tiempo libre”.
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