Cristina Frías Rivera, directora general de la Industria y la Cadena Agroalimentarias, apuntó este miércoles que la región destina en 2025 casi 6 millones al Plan Estratégico del Cooperativismo Agroalimentario 2024–27 en el II Foro Cooperativas Agroalimentarias como motor económico de Castilla y León organizado por Castilla y León Económica y Urcacyl, y que cuenta con el patrocinio de las Cajas Rurales de Castilla y León (Caja Rural de Salamanca, Caja Rural de Soria, Caja Rural de Zamora y Cajaviva Caja Rural) y la colaboración de Acor, Agropal, Copiso, Garmon Ingeniería, PPNOR y Repsol.
En la clausura del evento, destacó entre las medidas que desarrolla este programa las ayudas a nuevos socios al financiar el 50% de su aportación obligatoria mínima al capital social, con más de 200 solicitudes atendidas ya; la concesión de una mayor subvención a los socios prioritarios en sus proyectos de primera instalación o planes de mejora, lo que supone, de media anual, una prima adicional de 5 millones; el apoyo a gastos de fusiones e integraciones y promoción de acuerdos intercooperativos, permitiendo así que las cooperativas participantes alcanzaran una mayor dimensión económica; el impulso a la comunicación cooperativa con un mayor respaldo a la profesionalización de esta actividad; la promoción de la digitalización de este tipo de empresas; o la puesta en marcha del Máster en Cooperativismo Agroalimentario junto a la Cátedra de Cooperativismo de la Universidad de Valladolid.
A su juicio, el cooperativismo no es sólo un modelo económico, “es una forma de entender el territorio, de apostar por el futuro desde nuestras raíces. Cada uno de vosotros lo demostráis cada día en vuestras cooperativas, con profesionalidad, calidad y compromiso. Desde la Junta de Castilla y León vamos a seguir trabajando codo con codo con vosotros”.
En este sentido, señaló que las cooperativas son “sin duda el motor económico de esta tierra. De esto no hay duda. Nuestros ganaderos y productores nos suministran alimentos de la máxima calidad, sanos, seguros y saludables. Las cooperativas sois el presente y el futuro para este sector”. Así, explicó que se trata de un área de actividad fuerte y en expansión que representa una facturación cercana a los 4.000 millones de euros, genera más de 4.000 empleos directos y está formado por más de 35.000 socios. “No sólo frenan la despoblación en los pueblos, sino que generan puestos de trabajo en los mismos y contribuyen a la formación, asesoramiento y modernización del sector agrícola y ganadero”, subrayó.
Impacto económico y social
Por su parte, Fernando Antúnez, presidente de Urcacyl, impartió la conferencia Año Internacional de las Cooperativas, un sector clave para Castilla y León, en la que puso el foco en que las cooperativas agroalimentarias tienen un gran impacto económico, social y medioambiental, “especialmente entre nuestros socios, agricultores y ganaderos, a quienes garantizamos la comercialización de sus productos, el aprovisionamiento de los suministros que precisan y el asesoramiento técnico y formación que requieren. Pero también para los habitantes del medio rural y para el conjunto de la sociedad, que participan de muchos de los servicios que desde las cooperativas se prestan, y se benefician de los patrocinios que las cooperativas realizamos en actividades sociales, culturales y deportivas”.
Al hilo de esta afirmación, incidió en que la resolución de la ONU anima a las administraciones a realizar buenas prácticas y a mantener consultas con las cooperativas sobre la legislación y las políticas públicas vigentes para conseguir un entorno jurídico y normativo propicio para la creación y el crecimiento de este tipo de empresas, “mejorando las leyes y los reglamentos vigentes o promulgando otros, relativos especialmente al acceso a la financiación, la autonomía, la competitividad y la fiscalidad”.
En su ponencia, recordó que Urcacyl suscribió a principios de 2025 un manifiesto con varios puntos importantes donde destacaban, entre otros, que las cooperativas no sólo frenan la despoblación en los pueblos, sino que generan puestos de trabajo en los mismos, contribuyen a la formación, asesoramiento y modernización del sector agropecuario, ayudan a mantener colegios, estaciones de servicio, tiendas, oficinas bancarias, talleres, bares y otras actividades comerciales; que generan seguridad y confianza en los consumidores; o que investigan y desarrollan productos novedosos vinculados a las nuevas tendencias y hábitos de consumo y lo hacen colaborando con centros tecnológicos, universidades y administraciones.
Por su parte, Narciso Prieto, director de Comunicación y representante de las cajas rurales de Castilla y León, afirmó que éstas y las cooperativas “compartimos el mismo origen, los mismos valores y el mismo propósito. Muchas de las que hoy son referentes nacieron al amparo de nuestras entidades. Crecimos juntos, en la misma dirección, con la misma convicción: la unión hace la fuerza. Somos entidades más que centenarias, y hemos llegado hasta aquí porque hemos permanecido fieles a aquello que nos dio sentido desde el primer día: la cercanía, la solidaridad y el compromiso real con las personas y con el territorio”.
Además, subrayó que las cooperativas de crédito permanecen “donde otros ya no están: seguimos en el mundo rural. Mantenemos oficinas abiertas en pueblos donde, muchas veces, somos la única entidad financiera. Ofrecemos servicios allí donde otros sólo ven costes. Porque para nosotros, la gente de nuestros pueblos no es una estadística: es nuestra razón de ser”.
Según explicó, lo mejor del cooperativismo aún está por venir: “tenemos historia, valores, talento y una fuerza colectiva que ninguna otra fórmula empresarial puede igualar. Sigamos unidos, avanzando y demostrando que, cuando actuamos juntos, somos imparables”.
Mesas redondas
El acto contó con 2 mesas redondas moderadas por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica. En la primera de ellas, donde se analizaron los retos de las cooperativas agroalimentarias, participaron Jesús Posadas, presidente de Acor; César Reales, gerente de Agropal; y Pascual López, director general de Copiso.
Posadas dijo que la sostenibilidad es un ámbito fundamental para cualquier empresa hoy en día, “nosotros la entendemos en primer lugar como económica”. Al respecto puso como ejemplo su proyecto de secado solar, “que lo hemos rentabilizado a través de Repsol, y que nos ha dado muchas satisfacciones en materia energética, pero también económica”.
Asimismo, destacó la importancia de hablar bien del campo. “Trabajar en una cooperativa tiene muchas ventajas y a veces siendo catastrofistas jugamos en nuestra contra. Además no nos vamos a deslocalizar nunca, que es un aspecto muy relevante. La mayor parte de nuestra plantilla vive en la zona donde estamos implantados”, puntualizó.
El gerente de Agropal explicó su apuesta por la avena para el consumo humano mediante la construcción de una fábrica con este objetivo. “Nos dimos cuenta de que este cereal se destinaba de manera tradicional al mercado animal, pero cada vez se consume más en alimentación humana, aunque la mayor parte de la que se oferta en los lineales procede de fuera de España”, aseguró.
En otro sentido, abundó también en que uno de los problemas “que veo en el campo es que se regula desde el desconocimiento de la actividad y el sector. Estamos en una sociedad urbana que no entiende el mundo rural y a Europa le está pasando”, al tiempo que puso el foco en que no se tiene en cuenta la soberanía alimentaria.
Problema logístico en Soria
Por último, el director general de Copiso detalló el problema logístico que se da en Soria. “La mercancía que sacamos al exterior es el cereal, pero las combinaciones para comercializarla siempre han supuesto un problema”, de ahí que la cooperativa adquiriera una empresa de transporte, que previamente era su proveedor, para salvar esta dificultad.
En su intervención, explicó también que en estos últimos años ha habido un cambio de paradigma en la relación empresa y empleado, “por eso debemos preocuparnos por fijar talento, por generar un buen ambiente de trabajo, por dar flexibilidad laboral en la medida de lo posible, para que la gente decida no irse a otro sitio y se sienta apreciada y valorada. Si no se sigue esta estrategia, corremos el riesgo de que se marche”.
Por su parte, la mesa sobre cómo mejorar la competitividad de las cooperativas contó con la presencia de Jesús Ángel García Calvo, CEO de Garmon Ingeniería; Norberto Garrido, director de Desarrollo de Negocio y Operaciones de Cobasa (Grupo GOF); y Óscar Raña, gerente de Eficiencia Energética de Repsol.
El CEO de Garmon Ingeniería aconsejó a las cooperativas, desde un punto de vista energético, ajustar debidamente los parámetros de contratación con los de demanda, dotar a las instalaciones de fuentes de energía renovables como la solar fotovoltaica y baterías de acumulación y negociar debidamente los contratos energéticos para conseguir las mejores condiciones en cuanto a precios y cláusulas del contrato, a lo que añadió que para “no tener ningún disgusto, ni quebraderos de cabeza, recomendamos la contratación de una empresa como la nuestra para poder ayudaros en estas cuestiones”.
A su juicio, lo primero que tienen que hacer las organizaciones es una auditoría energética, “con la que localizamos y acotamos los principales consumos de la empresa y atacamos con soluciones de eficiencia esos puntos para cuantificar las inversiones, los ahorros y los períodos de amortización de éstas, y podamos empezar a acometer las mejoras más rentables. Las auditorías lo primero que nos piden es mediciones, y las empresas líderes en eficiencia tienen estos medidores de todo tipo de energía, fijos y comunicados con un sistema de gestión que nos permite en todo momento saber dónde se está aprovechando mejor la energía”. Además señaló las dificultades en cuanto a falta de infraestructuras energéticas y la calidad del suministro, entre los problemas a abordar por parte de las administraciones.
El director de Desarrollo de Negocio y Operaciones de Cobasa (Grupo GOF) reconoció que las soluciones logísticas para las cooperativas dependen de distintos factores, como su tamaño. “Debemos de ser capaces de cubrir todas las necesidades y buscar respuestas en campos como conexiones ferroviarias o almacenamientos en puertos secos, entre otros”, afirmó, y añadió: “es muy relevante tener flexibilidad para satisfacerlas”.
Garrido hizo hincapié también en las ventajas de la gestión profesionalizada en las cooperativas, “con personal con la visión adecuada y que toma las decisiones con datos” y en los beneficios que aporta la tecnología avanzada a estos negocios. Por ello, reconoció, dar soluciones logísticas más allá de carga y descarga de materiales, como el pesaje, “que se hace de manera digital, con lo que se mejoran los procesos, algo esencial”.
El gerente de Eficiencia Energética de Repsol indicó que los Certificados de Ahorro Energético (CAE) son las claves que le ha faltado a la eficiencia energética. “En la actualidad, estos documentos hacen que la eficiencia pase a ser un aspecto fundamental, pues el ahorro energético se puede cuantificar y monetizar”, explicó, a la vez que comentó que hay casos en los que se rentabiliza el 100% de la inversión.
Al respecto señaló también que el retorno de las actuaciones en eficiencia energética depende del grado de implicación en el que se encuentre la empresa y es un capítulo “determinante” en la competitividad de las compañías. “En Castilla y León estamos abogando por la multienergía, con capacidad para integrar cualquier energía, ayudar a la sociedad y al tejido industrial a reducir la dependencia energética con la implantación de renovables y contribuir a disminuir la demanda energética”, precisó.
Asimismo, Cagigas aseguró que este foro coincide con la iniciativa de la ONU de declarar 2025 como Año Internacional de las Cooperativas, bajo el lema Las cooperativas construyen un mundo mejor. Con esta resolución, anima a las administraciones a realizar buenas prácticas y a mantener consultas con las cooperativas sobre la legislación y las políticas públicas vigentes, a fin de conseguir un entorno jurídico y normativo propicio para la creación y el crecimiento de estas sociedades.
“Además, como muchos ya conocéis, en 2025 las Cajas Rurales de Castilla y León, junto a 40 cooperativas agroalimentarias, firmaron el Manifiesto de Urcacyl por el Año Internacional del Cooperativismo, en el que se pone en valor esta fórmula jurídica imprescindible para el desarrollo del medio rural y para fijar población en estas zonas”, recordó.
Castilla y León Económica
