La empresa burgalesa Cerámicas Gala, que facturó 35 millones de euros en 2015 y cuenta con una plantilla de 380 empleados, desarrolla la Operación Cid, un programa motivacional y de liderazgo destinado a conseguir mejoras globales en aspectos como calidad en los procesos, gestión del conocimiento, clima laboral y producción. Para lograrlo, implica a toda la compañía, desde el director general a los mandos intermedios, que son los responsables de transmitir los valores a los equipos de trabajo.
Según explica Ignacio Bravo, director de Recursos Humanos de Cerámicas Gala, las actuaciones de la Operación Cid se centran en mejorar la sensación de integración y conexión con la empresa a través de la información, el incremento de la formación y el trabajo en las competencias emocionales para la consecución de logros mediante equipos compuestos por miembros de diferentes secciones y con objetivos medibles y realizables a corto plazo, como base de la motivación y compromiso personal.
Ahorro de costes
Los resultados de la implantación de este programa se traducen en un ahorro muy importante en costes a diferentes niveles como absentismo, siniestralidad, horas extras, servicio de limpieza y, sobre todo, producción.
“La plantilla ha asumido la necesidad de implantar esta herramienta en la empresa, de tal forma que ha mostrado su necesidad de seguir con ella incluso en los momentos de máxima dificultad”, apunta Bravo, que subraya: “los empleados y la Dirección tanto del grupo como de Cerámicas Gala tienen muy claro que el futuro de la compañía está unido a establecer la Operación Cid y lo que supone de método de trabajo como uno de los pilares fundamentales de supervivencia de la planta”.
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