Un equipo de investigadores de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) ha extraído 50 metros cúbicos de las capas superiores del terreno que rodea la futura planta experimental de almacenamiento de CO2 en Hontomín (Burgos) para transportarlo hasta sus instalaciones en Cubillos del Sil (León), donde pasará a formar parte del proyecto PISCO2 cuyo objetivo es conocer la reacción de distintos suelos a la inyección del dióxido de carbono y sus efectos sobre la vegetación y los microorganismos.
La planta de investigación de PISCO2 en el centro leonés consta de 18 celdas de 16 metros cuadrados y permite aumentar o reducir la cantidad de CO2 existente en el suelo a través de tubos microperforados, que controlan el flujo de este gas que entra en cada habitáculo.
El proyecto PISCO2 inicia así su fase de operación con 12 celdas rellenas de suelos procedentes no sólo de Hontomín, sino también de El Bierzo. En el futuro, los investigadores aspiran a estudiar suelos procedentes de cualquier parte del mundo. “Con esta instalación Ciuden completa una de sus apuestas más importantes: el control, seguimiento y monitorización del CO2 utilizando métodos naturales”, explica la Fundación.
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