La Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum) estima que el cambio de horario efectuado este verano posibilitó un ahorro de 250 millones de euros en gasto energético en los hogares españoles, lo que evitó la emisión de cerca de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Este fin de semana, en la madrugada del sábado al domingo, se retomará el horario de invierno, en uso durante los próximos 5 meses.
Rafael Barón, presidente de la organización, calcula que la adaptación horaria de la temporada estival redujo el consumo de iluminación doméstica en un 9,8% -alrededor de 250 horas-, con lo que al ahorro económico se suman los beneficios medioambientales.
El cambio horario está planteado para optimizar el uso de la luz natural aunque, tal y como recuerda el presidente de Anfalum, “hoy en día existen otras prácticas muy válidas, como es el caso de la iluminación inteligente, un sistema basado en criterios luminotécnicos y de eficiencia energética, donde se prioriza la calidad siempre en beneficio de la sociedad y del máximo respeto al medio ambiente y la sostenibilidad”. Esta tecnología que ofrece múltiples aplicaciones, como por ejemplo que se encienda y se apague la luz solo con el movimiento, “debería estar siempre presente en cualquier instalación de alumbrado que se desarrolle”, señala.
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