Indra, empresa multinacional que cuenta con 5 centros de trabajo en Castilla y León, dará servicios de cloud computing a sus clientes con un modelo avanzado de entrega bajo demanda denominado Flex-IT. Se trata de un proyecto propio que utiliza todo el potencial que ofrece la nube y lo adapta a las necesidades particulares de cada negocio.
“Este modelo de entrega, más evolucionado respecto al tradicional, supone un cambio importante en la forma de ofrecer servicios de outsourcing, ya que hace posible el acceso en tiempo récord, desde cualquier ubicación y pagando solamente por lo que se utiliza”. Además, aporta grandes mejoras de seguridad con respecto a la nube pública y contempla todos los procesos de gestión de TI necesarios para soportar los distintos niveles de servicio posibles, explica la compañía.
Ahorro de costes
Entre las ventajas de este modelo cabe destacar el ahorro de costes, mediante la utilización de una plataforma compartida, que evita inversiones innecesarias en infraestructura, y una gestión compartida de recursos y de servicios, que reduce los costes operativos.
“Aunque desde 2005 Indra viene prestando servicios SaaS con modelos de precios flexibles, el nuevo modelo supone un cambio drástico en la manera de poner a disposición de sus clientes los recursos tecnológicos que precisen. Flex-IT permitirá una mejor y más eficiente gestión de la infraestructura, que deberá traducirse en una mejora de la competitividad y de los precios para el cliente final”, añade la empresa.
Indra
Indra es la segunda compañía europea de su sector por inversión en I+D, con cerca de 500 millones de euros ejecutados en los últimos 3 años. Las ventas en 2010 ascendieron a 2.557 millones de euros y su actividad internacional supone ya el 40% de su volumen de negocio. Cuenta con más de 31.000 profesionales y con clientes en más de 110 países.
Desde 2005 la empresa comenzó su implantación en Castilla y León: opera desde sus instalaciones en la provincia de León -Centro de Excelencia en Sistemas de Seguridad (CES) y un espacio de alta tecnología en Bembibre-, en Valladolid -en el Parque Tecnológico de Boecillo y en el Polígono San Cristóbal de la capital- y, finalmente, desde el Software Lab, en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca.
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