María Jesús Pascual, viceconsejera de Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura, manifestó este lunes el rechazo de la Junta de Castilla y León y de todo el sector al nuevo borrador del decreto del ibérico y ha pedido su modificación o que se retire. Además, demanda que con la normativa actual se utilicen instrumentos que permitan intensificar los controles.
Pascual, que se ha reunido con los representantes del sector, ha explicado que hay “puntos rojos” perjudiciales para Castilla y León que “empeoran” lo que contenía el anterior borrador.
En concreto, ha explicado que quieren negociar con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente el hecho de que se incluya en el etiquetado el tanto por ciento de factor racial y ha advertido de que no quieren “engañar al consumidor” y aunque los productores andaluces digan que es información, consideran que no.
La viceconsejera ha añadido que, además, si se quiere mejorar, se puede llevar a cabo un mayor control de certificación, que se comprobase que el ibérico lo fuese de acuerdo con los requisitos pero no que se cambie la norma.
Falta de tiempo para adaptarse
Por otro lado, existe otro aspecto que considera perjudicial y es que el nuevo borrador no establece un periodo transitorio para que los industriales puedan cambiar las etiquetas, algo que considera imprescindible porque todas las normas y legislación cuentan con un periodo de adaptación.
En la misma línea, ha criticado el perjuicio que supondría para los productores la modificación de las explotaciones de cebo intensivo, que tendrían que contar con espacios de dos metros cuadrados por cerdo, de manera que el ganadero tendría que meter en la misma nave la mitad de animales y vería encarecidos los costes de producción en más de un diez por ciento e incluso ve la posibilidad de un posible desabastecimiento en el futuro.
La viceconsejera ha mostrado su esperanza de que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente escuche al sector, ya que en el ámbito nacional está en contra de esta norma y ha criticado que cada vez que se haga una modificación se les pille “fuera de juego”, ya que desde el primer borrador de julio al de noviembre y a éste último “no hay nada que ver” y cada vez avanzan “hacia atrás”.
Europa Press