Mercadona tiene claro que con una experiencia de compra atractiva, el cliente aprende y se conciencia mucho más sobre el reciclaje. Por eso, ha plasmado esta idea en su Estrategia 6.25, con la que traslada a la tienda el firme compromiso expresado por Juan Roig, presidente de la compañía, el pasado mes de marzo de “dar el sí a cuidar más el planeta”. No en vano, en 2019 destinó 44 millones euros a medidas de protección ambiental.
Este plan se traduce en la puesta en marcha de 6 acciones con el firme objetivo de que en 2025 la cadena de distribución reduzca en un 25% el consumo de plástico, que todos los envases sean reciclables y de recuperar todos sus residuos de este tipo. 72 tiendas repartidas por España y Portugal han implementado ya distintas medidas para lograr este reto, de las que 9 pertenecen a Castilla y León, 1 por provincia.
Separar residuos
Así, la empresa eliminará en sus distintas secciones las bolsas y los desechables de plástico de un solo uso, reducirá los recipientes y embalajes de este material, al tiempo que apostará por otros reciclables, separará todos los residuos de sus establecimientos para darles una segunda vida y contribuirá a que el consumidor también se sume a esta iniciativa. “Todos somos responsables de llevar a cabo el gran reto de hacer realidad la economía circular y evitar que el desecho de plástico se convierta en desperdicio”, apuntan los responsables de Mercadona.
Para llevar a cabo esta estrategia, ha reforzado la formación de sus 90.000 empleados en cuestiones de sostenibilidad y gestión de residuos, así como la de sus proveedores, a los que ha transmitido sus objetivos para llevarlos a cabo de forma conjunta. En este contexto se enmarca la Guía de Reciclabilidad, editada en colaboración con el Instituto Tecnológico Itene. Junto a esto, ha habilitado un apartado en su web con el título Cuidemos el planeta.
Gestión ambiental
De cara al jefe, que es como Mercadona denomina a sus clientes, pone a su disposición en tienda bolsas sostenibles para realizar la compra, como en la sección Listo para Comer. Además, y progresivamente, los productos incorporarán en su envase un pictograma que les ayudará a depositarlos en los contenedores para su posterior compostaje o reciclaje. Mediante cartelería y barracas, informará sobre la progresiva disminución de envases y bandejas de plástico, colocará papeleras y repartirá imanes para ayudar a separar.
La compañía cuenta con un sistema de gestión ambiental propio alineado con las políticas marcadas por la UE, con actuaciones como el circuito cerrado de envases reutilizables para la distribución de mercancías desde el productor primario hasta la plataforma logística y de ahí al supermercado, donde se inicia de nuevo el proceso.
A esto se suma que la cadena recicla 220.000 toneladas al año de cartón y plástico, lo que supone el 100% de los embalajes que utiliza, y a los que da un segundo uso en forma de bolsas de caja o nuevos envases. “Estos son algunos ejemplos de economía circular en los que entra en juego la logística inversa, muy importante para reducir el impacto ambiental”, puntualizan.
Además, con la implantación del nuevo modelo de tienda eficiente, que reduce hasta en un 40% el consumo de energía frente a un establecimiento convencional, Mercadona comenzó a instalar puntos de recarga de vehículos eléctricos en sus parkings, con más de 1.291 disponibles en la actualidad.
Más información en el número de diciembre de Castilla y León Económica
