El 2 de octubre de 1973 salía el primer neumático de las cadenas de producción de la fábrica de Michelin en Valladolid. En estas 4 décadas, la factoría se ha situado a la vanguardia de la multinacional francesa, que cuenta con otras 69 plantas en 18 países, en términos de competitividad y eficiencia, además de ampliar su actividad a 4 líneas de negocio: fabricación de mezclas, neumáticos de turismo y agrícola, ambos de gama alta, y renovado de neumáticos de camiones.
En estos 4 decenios los directivos y empleados han conocido todas las vicisitudes de la economía española, desde crisis como la actual hasta períodos de fuerte crecimiento, en los que han conseguido mantenerse a la cabeza del grupo francés. La apuesta por estas instalaciones queda reflejada en las elevadas inversiones acometidas en el período 2009-13, que ascienden a 135 millones de euros, de los que una parte muy significativa se desembolsarán en 2013.
Futuro
Pese a la recesión de España y de algunos de los principales mercados comunitarios, “afrontamos el futuro de la fábrica con cautela pero con mucha confianza porque tenemos los elementos que garantizan nuestra continuidad debido a los grandes profesionales con que contamos, a la implicación de la plantilla y a los ratios de competitividad”, explica Mariano Arconada, director de la planta desde julio de 2009.
Este ingeniero de Caminos, natural de Santander, de 52 años, casado y con 2 hijos, afirma que otra de las ventajas de la factoría vallisoletana “es la relación fluida con los representantes sociales, lo que permite trabajar con anticipación para adecuar las capacidades productivas a las necesidades de los clientes y cuando hay dificultades disponer de los mecanismos para adaptarnos con rapidez, sin medidas traumáticas gracias también a esa sensibilidad de la plantilla”. Por eso, Arconada concluye que “con un buen equipo directivo, buenos productos y una buena plantilla podemos ver el horizonte más despejado”.
Diversificación
Otros de los puntos fuertes de la factoría vallisoletana son la diversificación de productos y de mercados, lo que reduce sus riesgos, y la alta cualificación de sus empleados, en los que invierte en formación todos los años. Debido a ese nivel de competitividad conseguido, la fábrica es una referencia a nivel mundial, por lo que es visitada por los directivos de otras plantas de la marca del Bibendum para realizar procesos de benchmarking e incluso personal de alta cualificación de Valladolid realiza desplazamientos a otras factorías de Michelin para ponerlas en marcha u optimizar su producción, lo que refleja su alta capacitación.
A lo largo de su historia, estas instalaciones se han especializado en productos con una tecnología punta y una fuerte vocación exportadora. “Esto nos diferencia de las nuevas fábricas que el grupo está poniendo en marcha en varias partes del mundo y que de momento no pueden competir con nosotros porque sus referencias se destinan a un segmento más bajo del mercado”, explica Arconada.
Producción de mezclas
En Valladolid, la producción de caucho alcanza cerca de las 200.000 toneladas, destinadas principalmente a las plantas españolas, mientras que en neumático de turismo de gama alta fabrica más de 110 referencias con un tamaño de 16, 17 y 18 pulgadas. Este elevado número de gamas de neumáticos, que alcanza una producción global de 50.000 toneladas, convierte a la factoría vallisoletana en una de las más flexibles del mundo.
Además, exporta el 75% de su producción principalmente a Europa, EE UU y Asia, a la vez que tiene equilibrado el destino final de las unidades pues se divide al 50% entre primera monta y reemplazo.
En cuanto al neumático agrícola de gama alta, Valladolid exporta el 80% de su producción a Europa y EE UU. En esta línea, fabrica cubiertas desde 80 kilos a casi media tonelada y es una referencia mundial, con productos de alto componente tecnológico, como un neumático que apenas compacta la tierra para facilitar el cultivo. En cuanto al renovado de neumáticos de camión, su principal mercado es la Península Ibérica, donde trabaja para usuarios que, después del tratamiento, pueden utilizar la cubierta durante otros 500.000 kilómetros.
Más información en el número de julio de Castilla y León Económica
